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¿Obliga a todos los hombres el pago de las primicias?
Secunda pars secundae partis
Quaestio 86
Articulus 4
[42692] IIª-IIae q. 86 a. 4 arg. 1 Ad quartum sic proceditur. Videtur quod ad primitias solvendas homines non teneantur. Quia Exod. XIII, data lege primogenitorum, subditur, erit quasi signum in manu tua, et ita videtur esse praeceptum caeremoniale. Sed praecepta caeremonialia non sunt servanda in lege nova. Ergo neque primitiae sunt solvendae.
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Segunda sección de la segunda parte
Cuestión 86
Artículo 4
[42692] IIª-IIae q. 86 a. 4 arg. 1
DIFICULTADES. Parece que no obliga a todos el pago de las primicias.
1. En Ex 13,9, después de haber dado la ley de los primogénitos, se añade: Esto será como señal en tu mano, con lo que parece que se trata de un precepto ceremonial. Pero los preceptos ceremoniales no son obligatorios en la nueva ley. Luego no obliga el pago de las primicias.
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[42693] IIª-IIae q. 86 a. 4 arg. 2 Praeterea, primitiae offerebantur domino pro speciali beneficio illi populo exhibito, unde dicitur Deut. XXVI, tolles de cunctis frugibus tuis primitias, accedesque ad sacerdotem qui fuerit in diebus illis, et dices ad eum, profiteor hodie coram domino Deo tuo quod ingressus sum terram pro qua iuravit patribus nostris ut daret eam nobis. Ergo aliae nationes non tenentur ad primitias solvendas.
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[42693] IIª-IIae q. 86 a. 4 arg. 2
2. Las primicias se ofrecían al Señor por algún beneficio especial hecho por El a su pueblo. De ahí lo que se dice en Dt 26,2.3: Tomarás las primicias de todas tus cosechas, te presentarás al sacerdote en funciones durante esos días, y le dirás: «Yo confieso hoy delante del Señor, tu Dios, que he entrado en la tierra que El juró a nuestros padres que nos había de dar». Luego las demás naciones no están obligadas al pago de las primicias.
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[42694] IIª-IIae q. 86 a. 4 arg. 3 Praeterea, illud ad quod aliquis tenetur debet esse determinatum. Sed non invenitur nec in nova lege nec in veteri determinata quantitas primitiarum. Ergo ad eas solvendas non tenentur homines ex necessitate.
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[42694] IIª-IIae q. 86 a. 4 arg. 3
3. Lo que uno tiene obligación de cumplir debe estar bien determinado. Pero la cantidad de las primicias no se determina ni en la nueva ni en la antigua ley. Luego no están los hombres obligados necesariamente al pago de las primicias.
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[42695] IIª-IIae q. 86 a. 4 s. c. Sed contra est quod dicitur XVI, qu. VII, oportet decimas et primitias, quas iure sacerdotum esse sancimus, ab omni populo accipere.
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[42695] IIª-IIae q. 86 a. 4 s. c.
POR OTRA PARTE, está lo que se dice: Todo el pueblo tiene obligación de pagar a los sacerdotes los diezmos y primicias a las que tienen derecho, tal como hemos decretado.
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[42696] IIª-IIae q. 86 a. 4 co. Respondeo dicendum quod primitiae ad quoddam genus oblationum pertinent, quia Deo exhibentur cum quadam professione, ut habetur Deut. XXVI. Unde et ibidem subditur, suscipiens sacerdos cartallum, scilicet primitiarum, de manu eius qui defert primitias, et ponet ante altare domini Dei tui; et postea mandatur ei quod dicat, idcirco nunc offero primitias frugum terrae, quas dominus dedit mihi. Offerebantur autem primitiae ex speciali causa, scilicet in recognitionem divini beneficii, quasi aliquis profiteatur se a Deo fructus terrae percipere, et ideo se teneri ad aliquid de huiusmodi Deo exhibendum, secundum illud I Paral. ult., quae de manu tua accepimus, dedimus tibi. Et quia Deo debemus exhibere id quod praecipuum est, ideo primitias, quasi praecipuum aliquid de fructibus terrae, praeceptum fuit Deo offerre. Et quia sacerdos constituitur populo in his quae sunt ad Deum, ideo primitiae a populo oblatae in usum sacerdotum cedebant, unde dicitur Num. XVIII, locutus est dominus ad Aaron, ecce, dedi tibi custodiam primitiarum mearum.
Pertinet autem ad ius naturale ut homo ex rebus sibi datis a Deo aliquid exhibeat ad eius honorem. Sed quod talibus personis exhibeatur, aut de primis fructibus, aut in tali quantitate, hoc quidem fuit in veteri lege iure divino determinatum, in nova autem lege definitur per determinationem Ecclesiae, ex qua homines obligantur ut primitias solvant secundum consuetudinem patriae et indigentiam ministrorum Ecclesiae.
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[42696] IIª-IIae q. 86 a. 4 co.
RESPUESTA. Que las primicias pertenecen a alguna de las clases de oblaciones, porque se ofrecen a Dios con especial profesión de homenaje, conforme se lee en Dt 26,3Tal es el motivo por el que allí mismo (v.4) se añade: El sacerdote, tomando la cesta de las primicias de manos de quien las trae, la pondrá delante del altar del Señor, tu Dios. Y a continuación (v. 10) se añade le manda que diga: Por ello ofrezco ahora los frutos de la tierra que el Señor me dio. Se ofrecían, pues, las primicias por una causa especial, a saber: en reconocimiento del beneficio divino, como queriendo testimoniar con ellas que recibían de Dios los frutos de la tierra y que, por tanto, se sentían obligados a ofrecer parte de ellos a Dios, según aquello de 1 Par, últ, 14: Lo que recibimos de tu mano, te lo damos. Y, puesto que a Dios debemos ofrecerle lo mejor, se preceptuó ofrecerle las primicias, como porción principal de los frutos de la tierra. Y habida cuenta de que al sacerdote se le instituye en favor del pueblo en las cosas que se refieren a Dios (Heb 5,1), por eso las primicias ofrecidas por el pueblo se las destinaba al uso de los sacerdotes, por lo cual leemos (Núm 18,8): Habló así el Señor a Aarón: Mira que te encomiendo la guarda de mis primicias.
Pertenece asimismo al derecho natural el que el hombre ofrezca en honor de Dios parte de las cosas que El le ha dado. Pero el que esta parte se entregue a tales personas, o se tome de los primeros frutos, o en tal cantidad, esto, ciertamente, se determinó en la antigua ley por derecho divino; en la nueva se lo determinó por una disposición eclesiástica por la que los hombres quedan obligados a pagar las primicias según las costumbres de cada lugar y la necesidad de los ministros de la Iglesia.
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[42697] IIª-IIae q. 86 a. 4 ad 1 Ad primum ergo dicendum quod caeremonialia proprie erant in signum futuri, et ideo ad praesentiam veritatis significatae cessaverunt. Oblatio autem primitiarum fuit in signum praeteriti beneficii, ex quo etiam debitum recognitionis causatur secundum dictamen rationis naturalis. Et ideo in generali huiusmodi obligatio manet.
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[42697] IIª-IIae q. 86 a. 4 ad 1
SOLUCIONES 1. Los preceptos ceremoniales eran propiamente prefiguraciones del futuro, y así cesaron ante la presencia de la verdad prefigurada. Por el contrario, la ofrenda de las primicias simbolizaba un beneficio pasado, que, según el dictamen de la razón natural, daba origen a un deber de gratitud. Por eso, esta obligación, en lo que tiene de general, permanece.
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[42698] IIª-IIae q. 86 a. 4 ad 2 Ad secundum dicendum quod primitiae offerebantur in veteri lege non solum propter beneficium terrae promissionis datae a Deo, sed etiam propter beneficium fructuum terrae a Deo datorum. Unde dicitur Deut. XXVI, offero primitias frugum terrae, quas dominus Deus dedit mihi. Et haec secunda causa apud omnes est communis.
Potest etiam dici quod sicut speciali quodam beneficio terram promissionis contulit Deus, ita generali beneficio toti humano generi contulit terrae dominium, secundum illud Psalm., terram dedit filiis hominum.
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[42698] IIª-IIae q. 86 a. 4 ad 2
2. Las primicias se ofrecían en la antigua ley no sólo por el beneficio de la tierra de promisión que Dios les había dado, sino también por el de los frutos de la tierra dados por Dios. Por eso se lee (Dt 26,10): Ofrezco las primicias de los frutos de la tierra que el Señor Dios me ha dado. Y esta segunda causa es común a todos los hombres.
Puede decirse también que así como la tierra de promisión fue un beneficio especial de Dios, de igual modo fue beneficio general hecho a todo el género humano la concesión del dominio de la tierra, según aquellas palabras del salmo 113,16: El ha dado la tierra a los hijos de los hombres.
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[42699] IIª-IIae q. 86 a. 4 ad 3 Ad tertium dicendum quod, sicut Hieronymus dicit, ex maiorum traditione introductum est quod qui plurimum, quadragesimam partem dabant sacerdotibus loco primitiarum; qui minimum, sexagesimam. Unde videtur quod inter hos terminos sint primitiae offerendae, secundum consuetudinem patriae. Rationabiliter tamen primitiarum quantitas non fuit determinata in lege, quia, sicut dictum est, primitiae dantur per modum oblationis, de cuius ratione est quod sint voluntariae.
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[42699] IIª-IIae q. 86 a. 4 ad 3
3. Conforme escribe San Jerónimo: Por tradición recibida de nuestros mayores sabemos que, los que más, daban como primicias a los sacerdotes la cuadragésima parte, y los que menos, la sexagésima. Parece, pues, que entre estos dos extremos debe fijarse la cuantía de las primicias que deben ofrecerse, de acuerdo con las costumbres del lugar. Se obró, sin embargo, razonablemente al no concretar con una ley la cantidad exacta de las primicias, porque, como ya hemos dicho, se las da a manera de ofrenda, y es esencial en las ofrendas el que sean voluntarias.
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