Neotomismo: Filosofía y Teología en el Siglo XX (Enciclopedia G.E.R.)

Santo Tomás de Aquino - Cornelio Fabro - instituto verbo encarnado

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Neotomismo: Filosofía y Teología en el Siglo XX

  1. Hacia el conocimiento de los maestros.
  2. Centros de estudios.
  3. Problemática contemporánea.
  4. Filósofos y teólogos de diversas especialidades.

Los copiosos trabajos de los abundantes neotomistas del s. XIX llevarán al movimiento renovador de la Filosofía y Teología a una madurez, influjo y número de cultivadores más amplios en el s. XX. Ya se ha visto, en el artículo al que se acaba de remitir, como cada vez más los neoescolásticos del s. XIX conocen mejor las ciencias naturales y positivas, la historia de la Filosofía, las diversas corrientes de pensamiento, etc. Todo ello enriquece el acervo filosófico, metafísico y teológico. Es cada vez más difícil hablar de neotomismo o neoescolástica, como escuela cerrada, como simple repetición y exposición de S. Tomás y de los grandes “escolásticos” medievales, renacentistas o barrocos. Cada vez más hay un descubrimiento y cultivo de la Filosofía, de la antes casi abandonada Metafísica, de la Teología especulativa, que no se quieren desconectar de las cuestiones prácticas, morales, éticas, estéticas, y de las ciencias positivas; también el método de exposición y estilo literario alcanzarán excelentes calidades. No son sólo los autores de origen o inspiración neotomista o neoescolástica los que renuevan la Metafísica, y van introduciendo claridad en la Gnoseología y metodología científicas; nuevas escuelas filosóficas redescubren y vigorizan cuestiones metafísicas, haciendo valer el realismo frente a racionalismos e irracionalismos, frente a empirismo y positivismo, frente a idealismo y materialismo. Tendencia al realismo, al vigor metafísico, hay también en parte del movimiento existencialista, en gran parte de los fenomenólogos, etc.

El impulso dado por León XIII a la renovación tomista continúa y aun aumenta en los pontificados siguientes. Pío X llega a afirmar que “apartarse de S. Tomás un solo paso, especialmente en las cuestiones metafísicas, no sería sin grave daño” (Motu proprio Doctoris Angelici, de 29 jun. 1914). Para precisar cuáles son los principios genuinos de la doctrina del Aquinate, la Sda. Congregación de Estudios publicó en 1914, un mes después de la muerte del Papa, las famosas XXIV tesis tomistas. El canon 1366 del nuevo Código de Derecho Canónico, promulgado por Benedicto XV en 1917, disponía que los profesores de Filosofía y Teología, en los centros eclesiásticos, se atuvieran al espíritu, la doctrina y los principios del Doctor Angélico. Pío XI renueva estas disposiciones en la encíclica Studiorum ducem, de 29 jun. 1923, y en la Constitución apostólica Deus scientiarum Dominus, de 24 mayo 1931. Continuarán esta actitud Pío XII, Juan XXIII, el Vaticano II… Estas disposiciones llevan, entre otras cosas, a la multiplicación de manuales, destinados a los seminarios y otros centros de formación eclesiástica. Tales manuales, en ocasiones, no están a la altura de la importancia de los temas filosóficos y teológicos, salvo honrosas excepciones; a veces son sólo repetición de fórmulas, tesis y argumentos manoseados y no repensados. Pero la obra e investigaciones realizadas sobrepasa en mucho esos manuales.

  1. Hacia el conocimiento de los maestros.

El papa León XIII creó en 1880 una comisión encargada de preparar la edición crítica de las obras de S. Tomás y de sus principales comentaristas; la edición leonina, todavía sin terminar, sacó su primer vol. en 1882 e incluye el comentario de Cayetano a la Suma Teológica y el del Ferrariense a la Suma contra los Gentiles. Se han publicado además ediciones modernas, en algunos casos críticas, de las obras de Capreolo, Vitoria, Báñez, Suárez, Juan de Santo Tomás, etc.

Los franciscanos, por su parte, prepararon en Quaracchi (Florencia) la edición crítica de las obras completas de S. Buenaventura (10 vols., 1883-1902), y después en Roma han trabajado en la de las obras de Duns Escoto: salieron los dos primeros vols. en 1950. También S. Agustín, S. Anselmo y otros autores medievales han sido objeto, en sus obras, de ediciones recientes. De éstas y de los anteriormente citados se han publicado además ediciones manuales en diversos países, bastantes de ellas bilingües, que han hecho más accesibles los textos de los grandes maestros de la Filosofía y Teología.

Junto a esta actividad editorial, es indispensable subrayar el amplio desarrollo de la labor historiográfica. Los trabajos monográficos, las exposiciones de conjunto sobre un autor y los estudios panorámicos del pensamiento medieval han alcanzado un alto nivel en calidad y número. Daremos sólo una sucinta relación del trabajo realizado. Entre los especialistas fundamentalmente dedicados a esta labor queremos señalar a los franceses P. Mandonnet O. P., É. Gilson, y Ch. Boyer S. J. (n. 1884); los belgas, M. De Wulff, E. Hocedez S. J., y F. Van Steenbergen; los alemanes F. Ehrle S. J., C. Baeumker, M. Grabmann, F. Pelster S. J. (1880-1956), A. Dempf y F. Stegmüller (n. 1902); los italianos A. Masnovo (1880-1955), C. Giácon S. J., P. Dezza S. J., C. Ottaviano (n. 1906) y Sofia Vanni-Rovighi; los españoles M. Solana, Tomás y Joaquín Carreras Artau, B. Ma Xiberta O. C. D., R. Ceñal S. J., M. Batllori S. J., G. Fraile O. P.; y el inglés F. Ch. Copleston S. J. (n. 1907).

Pierre Mandonnet, O. P.:(1858-1936), fue profesor en Friburgo (Suiza), París y Le Saulchoir, y publicó Siger de Brabant et l’averroïsme latin au XIII siècle (Friburgo 1899; 2a ed., revisada y aumentada, en 2 vol.: Lovaina 1908-1l); Des écrits authentiques de saint Thomas d’Aquin (Friburgo 1910); Bibliographie thomiste (en colab. con J. Destrez, París 1921). Fundó en 1924 el “Bulletin Thomiste“.

Maurice De Wulff (1867-1947) fue uno de los primeros colaboradores del futuro card. Mercier; ocupó en Lovaina la cátedra de Historia de la Filosofía de 1894 a 1939. Su Historia de la filosofía medieval (Lovaina 1900) ha sido ampliada en sucesivas ediciones hasta alcanzar los 3 vols. (trad. esp. México 1945-49); otras obras suyas son: Introduction á la philosophie néoescolastique (Lovaina 1904); Histoire de la philosophie en Belgique (ib. 1910); Art et beauté (ib. 1943).

Edgard Hocedez, S. J. (1877-1948), fue profesor de las Univ. de Lovaina y Gregoriana, director de la “Nouvelle Revue Théologique” y autor de Richard de Middleton (Lovaina 1925); Aegidii Romani Theoremata de esse et essentia (Lovaina 1930); Histoire de la théologie au XIXe siécle (3 vol. Bruselas-París 1947-52); etc.

Fernand Van Steenbergen, n. en Bruselas en 1904, fue colaborador de De Wulff, y ha publicado, entre otras obras, Siger de Brabant d’aprés ses oeuvres inédites (2 vol. Lovaina 1931-42); Epistemología (Lovaina 1945; trad. Madrid 1956); Aristote en Occident, Les origines de l’aristotélisme parisien (Lovaina 1946); etc.

Franz Ehrle, S. J. (1845-1934), fue prefecto de la Biblioteca Vaticana de 1895 a 1914, y cardenal en 1922. Fundó y dirigió con H. Denifle, O. P., el “Archiv für Literatur und Kirchengeschichte des Mittelalters“. Escribió Los títulos de honor de los maestros escolásticos de la Edad Media (Munich 1919); Sobre la encíclica “Aeterni Patris” (Roma 1954); Artículos completos sobre la Escolástica inglesa (Roma 1957); etc. Historiador de profundidad, rigor y objetividad notables.

Clemens Baeumker (1853-1924) enseñó Filosofía en las Univ. de Breslau, Bonn y Múnich. Entre sus numerosas publicaciones se cuentan Witelo, un filósofo y naturalista del siglo XIII (Mynster 1908); La filosofía europea medieval (Berlín 1909); El platonismo en la Edad Media (Múnich 1916); Filosofía natural de Roger Bacon…, (Mynster 1916). Se interesó especialmente por las interferencias entre platonismo y aristotelismo medievales.

Martin Grabmann (1875-1949; v.) es quizá, junto con É. Gilson, el más grande de los historiadores del pensamiento medieval. Profesor de Filosofía en Viena y de Teología en Múnich, dirigió diversas colecciones de libros y, desde 1927, el “Philosophisches Jahrbuch“. Autor de numerosas obras, fue propulsor de un amplio movimiento intelectual y científico.

Alois Dempf n. en 1891, y ha sido profesor de Filosofía en Bonn, Viena y Múnich. Son obras suyas La concepción del mundo en la Edad Media (Múnich 1925; trad. Madrid 1958); Ética de la Edad Media (Múnich 1927; trad. Madrid 1958); Metafísica de la Edad Media (Múnich 1930; trad. Madrid 1957); Filosofía cristiana del Estado en España (Salisburgo 1937); Filosofía cristiana (Bonn 1938; trad. Madrid 1956); etc.

Carlo Giacon, S. J., n. en Padua en 1900; ha explicado Filosofía en la Univ. Católica de Milán, y en las de Pavía, Padua y Messina. Ha publicado Guglielmo di Occam, Saggio storico-critico sulla formazione e sulla decadenza della Scolastica (2 vol. Milán 1941); La Seconda Scolastica (3 vol. Milán 1944-50); y otras varias obras de carácter histórico y teorético.

Paolo Dezza, S. J., n. en Parma en 1901. Profesor de la Univ. Gregoriana, de la que ha sido rector (1941-51), ha escrito Alle origini del tomismo (Milán 1940); I neotomisti italiani del secolo XIX (antología, 2 vol. Milán 1943-44); La filosofía del cristianesimo (antología, Milán 1950); etc.

Sofia Vanni-Rovighi n. en Savona en 1908. Profesora de Historia de la Filosofía medieval en la Univ. Católica de Milán, ha publicado L’immortalità dell’anima nei maestri francescani del secolo XIII (Milán 1936); San Anselmo e la filosofia del secolo XI (Milán 1949); La antropologia filosofica di san Tommaso d’Aquino (Milán 1951); Pier Lombardo e la filosofia medievale (Bolonia 1954); Alberto Magno e l’unità della forma sostanziale nell’uomo (Florencia 1955); y otras varias obras sobre el pensamiento moderno y contemporáneo.

En España, los hermanos Tomás (1879-1954) y Joaquín (1894-1967) Carreras Artau publicaron, entre otras muchas obras, la Historia de la Filosofía española, Filosofía cristiana de los siglos XIII al XV (2 vol. Madrid 193943); y Marcial Solana, la Historia de la Filosofía española, Época del Renacimiento, Siglo XVI (3 vol. Madrid 1940-41). Guillermo Fraile, O. P., ha publicado la más amplia y completa Historia de la Filosofía escrita en castellano (3 vol. Madrid 1956-66), continuada por Teófilo Urdanoz (3 volúmenes más: IV y V Madrid 1975, VI Madrid 1978); obra póstuma de G. Fraile es Historia de la filosofía española (2 vol., Madrid 1971-72), también la más completa hasta ahora publicada.

  1. Centros de estudios.

El desarrollo de la investigación filosófico-teológica ha sido obra en buena parte de ciertos focos, que han actuado como propulsores de la misma. Aunque ha habido meritorios esfuerzos individuales, la difusión alcanzada no hubiera sido posible, sin el trabajo en equipo y la concentración de medios bibliográficos y económicos.

En Roma, desde hace casi un siglo, las Universidades y Ateneos pontificios han sido centros de reunión, de estudio y de publicaciones, casi siempre dotados de una revista de amplia difusión en el mundo filosófico-teológico. Es destacable además la labor realizada en la Univ. Católica de Milán, fundada en 1921, en el Centro de Estudios Filosóficos de Gallarate y en el Colegio Alberoni de Plasencia. El Centro de Gallarate ha sido el promotor y editor de la mejor Enciclopedia Filosófica existente (1950-58; 2 ed. Florencia 1960-69, en 6 vol.).

El Instituto Superior de Filosofía, de Lovaina (Bélgica), ha reunido, a lo largo de ochenta años, el equipo más homogéneo de cuantos han contribuido a la renovación escolástica. Su obra ha sido considerable, y por sus aulas han pasado muchos de los que han difundido el tomismo por el resto de Europa y América. De allí partió el intento más continuado de renovación del tomismo, aunque el excesivo influjo del kantismo le ha perjudicado.

La Univ. de Friburgo (Suiza), tal vez más en Teología que en Filosofía, ha sido otro centro importante de irradiación. En Holanda destaca la labor realizada en la Univ. de Nimega. Y en Francia, la de los Institutos Católicos, y en especial la del estudiantado dominicano de Le Saulchoir. En España, la reactivación del convento de San Esteban, en Salamanca, fue punto de partida del trabajo de varios importantes teólogos dominicos en diversos países europeos.

También en América, del Norte y del Sur, las Universidades Católicas han constituido focos de estudio y de difusión del tomismo, de la Metafísica y de la Teología. Tal vez convenga destacar, entre todas ellas, la Univ. de Quebec y el Instituto de Estudios Medievales de Toronto.

  1. Problemática contemporánea.

Continúan publicándose tratados y manuales, en latín y en las lenguas modernas, para uso de los estudiantes. Pero la Neoescolástica en el s. XX ha ido abriéndose cada vez más a la investigación y al tratamiento de más problemas, en diálogo con diversas corrientes filosóficas, de las que ha asimilado en ocasiones sugerencias, planteamientos y soluciones. La apertura a nuevos frentes puede comprobarse fácilmente con sólo advertir la preocupación por los problemas de la ciencia, de la historia, de la estética, del conocimiento, etc.

El diálogo ha sido particularmente intenso con el kantismo, la fenomenología y el existencialismo.

La importancia de la obra de Kant ha sido subrayada, en diversos medios neoescolásticos, casi desde sus comienzos; la actitud ante el filósofo alemán era más bien de profundo distanciamiento y fuerte beligerancia. La Escuela de Lovaina es la que más quiso aprovechar el kantismo, queriendo ver en el criticismo kantiano la exigencia de replantear desde nuevas bases el problema gnoseológico. El realismo característico del pensamiento clásico habría de ser justificado desde una perspectiva nueva; el “realismo ingenuo” premoderno, insuficiente después de Kant, habría de ser sustituido por un “realismo crítico”. Étienne Gilson ha criticado duramente esta actitud, manifestando los equívocos de la misma. Joseph Maréchal, S. J., por su parte, intentó incluso una discutible síntesis de kantismo y tomismo.

El diálogo con la fenomenología ha tenido otro carácter. En general, se ha subrayado la importancia y validez del método fenomenológico, en cuanto complementario de otros métodos; se ha acogido con satisfacción la reactualización de la teoría de la intencionalidad y el esfuerzo por la objetividad del primer Husserl; se ha intentado la asimilación de la ética de Scheler y lo que ella significaba de denuncia del formalismo kantiano. La figura más representativa en esta línea es Edith Stein (1891-1952), discípula de Husserl, autora del estudio La fenomenología de Husserl y la filosofía de Santo Tomás de Aquino (Halle 1929). Otro nombre que puede citarse aquí es D. Von Hildebrand.

El diálogo con el existencialismo ha llevado a un primer plano la doctrina metafísica del “esse“, sobre la que se ha proyectado luz nueva, así como sobre la distinción cardinal, en las criaturas, entre esencia y ser. Étienne Gilson y Cornelio Fabro, entre otros, han profundizado notablemente sobre el sentido y las implicaciones de la concepción aquinatense del “esse“, y sobre las repercusiones que su olvido ha ocasionado en la historia de la escuela tomista. Hans Pfeil (n. 1903), Max Müller (n. 1906), Karl Rahner S. J., J. B. Lotz S. J., etc., son claros exponentes de un diálogo con el pensamiento existencial, a veces no exento de equívocos y falsificaciones, como han demostrado Fabro y otros con respecto, p. ej., a Rahner.

En el plano del estudio de las ciencias físico-naturales destacan sobre todo las obras del belga D. Nys y del holandés P. Hoenen. Désiré Nys (1859-1927) fue uno de los primeros discípulos de Mercier. Escribió, entre otras obras, La notion de temps d’après les principes de saint Thomas d’Aquin (Louvain 1894); La notion d’espace au point de vue cosmologique et psychologique (ib. 1901); La nature de l’espace d’après les théories modernes depuis Descartes (Bruselas 1907); Cosmologie ou étude philosophique du monde inorganique (4 vol. Lovaina 1901-22). Pedro Hoenen, S. J. (1880-1961), fue profesor de Filosofía de la naturaleza en la Univ. Gregoriana, y publicó Cosmología (Roma 1931); Supplementa ad Cosmologiam, Quaestiones noeticae de extensione corporea (Roma 1955); Filosofía de la naturaleza inorgánica (Antwerper 1938); etc. Buen conocedor de la ciencia contemporánea -era doctor en Física-, realizó un esfuerzo concienzudo y amplio para interpretar sus datos y resultados a la luz de la Filosofía y de la Metafísica, especialmente la tomista. Fue la suya una actitud serena y abierta, y llevó a cabo una profunda renovación de la filosofía natural. P. Rossi, F. Selvaggi, F. Renoirte, el mismo Maritain y otros han planteado con rigor el problema de la ciencia misma.

El citado Hoenen es autor también de unas Recherches de logique formelle (Roma 1954), y el profesor de Lovaina Joseph Dopp, de unas Lecons de logique formelle (3 vol. Lovaina 1950). El belga R. Feys ha trabajado también con amplitud los problemas lógico-matemáticos. Pero quien más ha trabajado en ese ámbito ha sido el polaco Josef Bochenski, O. P. (n. 1902), prof. de Historia de la Filosofía moderna y contemporánea en la Univ. de Friburgo (Suiza), y uno de los mejores lógicos del s. XX. Son obras suyas Elementa logicae graecae (Roma 1937); Datos para la historia de la lógica de las proposiciones modales (Leopoli 1938); Nove lezioni di lógica simbolica (Roma 1938); La logique de Téophraste (Friburgo 1947); Précis de logique mathématique (Bussum 1948); Ancient formal logique (Ámsterdam 1951); Historia de la lógica formal (Friburgo 1956; trad. Madrid 1966); Los métodos actuales del pensamiento (trad. 7 ed. Madrid 1971); etc. Erhard W. Platzeck, O. F. M. (n. 1903), ha publicado también numerosos trabajos de Historia de la Lógica. La filosofía de la historia ha sido cultivada por J. Maritain, U. A. Padovani, J. Pieper, A. Dempf, A. Millán Puelles, etc. Los problemas estéticos han sido objeto de la atención de J. Maritain, E. Gilson, M. Campo, J. Ma Sánchez de Muniain, E. de Bruyne, etc. La filosofía de la religión ha preocupado, entre otros, a los italianos A. Zacchi O. P., y U. A. Padovani, a los alemanes G. Wunderle, B. Rosenmóller, R. Guardini, E. Przywara S. J., G. Siegmund y B. Welte, al belga P. Ortegat S. J., al francés M. Nedoncelle y al español J. Todolí O. P.

El desarrollo de la psicología contemporánea ha contado con importantes aportaciones procedentes del mundo cultural neoescolástico. Por lo común, han predominado los planteamientos en la línea que ya puede considerarse clásica de la psicología experimental, y dentro del intento de establecer una cierta coordinación de los resultados científicos con la psicología filosófica tradicional. Esa labor ha sido obra fundamentalmente de J. Fróbes S. J. (1866-1947), M. Arnáiz O. S. A. (1867-1930), J. Lindworsky (1875-1939), A. Gemelli O. F. M. (1878-1965), F. Palmés S. J. (1879-1963), M. Barbado O. P. (18841945), P. Siwek S. J. (n. 1893) y J. Nuttin (n. 1909).

Finalmente, es preciso recordar que la Neoescolástica promovió a la vez el estudio de la problemática filosófica y de la teológica, por lo que una buena parte de los autores aquí reseñados como filósofos han publicado obras específicamente teológicas, y, a la inversa, los teólogos que citamos a continuación han escrito algunos trabajos estrictamente filosóficos. De cualquier forma, conviene recoger aquí los nombres de L. Billot S. J. (1846-1931; v.), A. Gardeil O. P. (1859-1931; v.), J. González Arintero O. P. (1860-1928; v.), J. Mausbach (1861-1931; v.), Th. Pégues (1866-1936), F. Marín Sola O. P. (1873-1932; v.), S. M. Ramírez O. P. (1891-1968; v.), K. Rahner S. J. (n. 1904; v.), Y. M. Congar O. P. (n. 1904; v.); y sobre todos ellos R. Garrigou-Lagrange O. P. (1877-1960; v.), el más completo y mejor teólogo del s. XX y uno de sus mejores filósofos, pues conocía profundamente toda la problemática filosófica antigua y moderna.

  1. Filósofos y teólogos de diversas especialidades.

Para completar lo dicho hasta aquí, mencionaremos diversos autores, por países o áreas lingüísticas, conocedores del tomismo, y, más que neoescolásticos o neotomistas, cultivadores de la Filosofía o Metafísica, o de algunas de sus ramas, sin excluir de sus preocupaciones la Teología. Puede decirse que la Neoescolástica ha cumplido su misión histórica; quedan sus resultados: el redescubrimiento de S. Tomás y el cultivo de la Metafísica y Teología más rigurosas y vivas. A partir sobre todo del segundo tercio del s. XX, ya no se puede hablar de neoescolásticos, sino más bien de filósofos de determinada especialidad filosófica, antropólogos, metafísicos, lógicos, o de teólogos, cte.; son especialistas con una amplia y profunda base filosófica general. Muchos de los autores que se mencionan aquí no se pueden calificar de neotomistas o neoescolásticos; junto a los temas clásicos aparecen otros nuevos; los métodos de exposición son variados; su problemática y labor investigadora son diversas y personales; es el caso de A. Dempf, J. Bochenski, É. Gilson, A. Sertillanges, J. Leclercq, J. Messner, C. Fabro, O. N. Derisi, X. Zubiri, A. Millán Puelles, y tantos otros. Sus nombres podrían incluirse sin más en la Metafísica, Epistemología, Lógica, Ética y Moral, Antropología, etc.

a) En Francia, sin duda, las dos figuras filosóficamente más relevantes del s. XX son Maritain y Gilson. Maritain ha sido autor fecundo de obras de Filosofía en casi todos sus campos, de obras más discutibles y discutidas de filosofía política y filosofía de la Historia, y también de algunas obras sobre cuestiones políticas. E. Gilson es no sólo uno de los mayores historiadores en el s. xx de la Filosofía, es también autor de algunas obras importantes de Metafísica, Gnoseología y Estética.

Antonin D. Sertillanges, O. P. (1863-1948; v.), fue prof. del Inst. Católico de París y de diversos centros extranjeros. Entre sus numerosas obras destacan Las fuentes de la creencia en Dios (París 1905); Thomas d’Aquin (2 vol. ib. 1910); La philosophie morale de saint Thomas d’Aquin (ib. 1914); El cristianismo y las filosofías (2 vol. ib. 1939-41; trad. Madrid 1966); Le probléme du mal (2 vol. ib. 1939-51).

Joseph de Tonquédec (1868-1959) fue prof. también en París. Tomista en el más riguroso sentido del término, polemizó ampliamente con la obra de Blondel, y escribió La notion de la vérité dans la philosophie nouvelle (París 1908); Les príncipes de la philosophie thomiste. La critique de la connaissance (ib. 1929); Questions de cosmologie et de physique chez Aristote et saint Thomas (3 vol. ib. 1956); La philosophie de la nature (4 vol. ib. 1956-62); etc.

Pierre Rousselot, S. J. (1878-1915), fue también prof. del Inst. Católico de París. Espíritu especulativo de notable profundidad, a pesar de su prematura muerte, dejó trabajos destacables: L’intellectualisme de saint Thomas d’Aquin (París 1908); Pour l’histoire du problème de l’amour au moyen âgé (Münster 1908).

Regis Jolivet n. en Lyon en 1891, y ha sido prof. y decano de la Facultad de Filosofía del Inst. Católico de su ciudad natal. Entre sus numerosas publicaciones destacan La notion de substance, Essai historique et critique sur le développement des doctrines, d’Aristote á nos jours (París 1929); Essai sur les relations entre la pensée grecque et la pensée chrétienne (ib. 1931); L’intuition intellectuelle et le probléme de la métaphysique (ib. 1935); Tratado de filosofía (4 vol. Lyon-París 1939-43; trad. Buenos Aires 1956 ss.); La sinceridad y sus exigencias (Lyon-París 1951; trad. Murcia, 1953); El Dios de los filósofos y de los sabios (París 1956; trad. Andorra 1958); El hombre metafísico (París 1958; Andorra 1959); Les activités de 1’homme et la sagesse (Lyon 1963).

Joseph De Finance, prof. en la Univ. Gregoriana de Roma, ha escrito L’etre et agir dans la philosophie de saint Thomas (París 1945); Existente et liberté (ib. 1955); Ethica generalis (Roma 1959); Ensayo sobre el obrar humano (Roma 1962; trad. Madrid 1966).

André Marc, S. J., prof. del Inst. Católico de París, sigue la línea marcada por Mandonnet. Ha publicado L’idée de l’étre chez saint Thomas et dans la Scolastique postérieure (París 1933); Psicología reflexiva (2 vol. ib. 1948; trad. Madrid 1965); Dialéctica de la afirmación, Ensayo de metafísica reflexiva (2 vol. París 1958; trad. Madrid 1964); Dialectique de l’agir (París 1954); El ser y el espíritu (París 1958; trad. Madrid 1962).

b) En Bélgica, aparte J. Maréchal y los pensadores aludidos anteriormente, parece oportuno destacar a los siguientes filósofos: Léon Noél (1878-1955) fue uno de los primeros discípulos y colaboradores de Mercier en el Inst. Superior de Filosofía, que dirigió desde 1927 a 1948; también dirigió desde 1929 la “Rev. Néoescolastique de Philosophie”. Son obras suyas La consciente du libre arbitre (París 1899); Le déterminisme (Bruselas 1905); Notes d’épistémologie thomiste (Lovaina 1925); Le réalisme immédiat (Lovaina 1938).

Nicolas-Jacques-Joseph Balthasar (1882-1959) es quizá el pensador más vigoroso de la Escuela de Lovaina; fue prof. de aquella Universidad desde 1906 a 1951. Publicó L’abstraction métaphysique et Aanalogie des étres dans l’étre (Lovaina 1935); La méthode en métaphysique (ib. 1944); Mon moi dans 1’étre (ib. 1946).

Jacques Leclercq n. en 1891, y ha sido canónigo y prof. de la Univ. de Lovaina. Entre sus numerosas publicaciones se cuentan Leçons de droit naturel (5 vol. Namur 1927-37; trad. Barcelona 1966 ss.); Essais de morale catholique (4 vol. Tournai 1931-38); Las grandes líneas de la filosofía moral (París 1947; trad. Madrid 1956); Introducción a las Ciencias Sociales (Lovaina 1948; trad. Madrid 1961); La philosophie morale de saint Thomas devant la pensée contemporaine (Lovaina 1955).

Louis De Raeymaeker (n. 1895) ha sido prof. de la Univ. de Lovaina, y presidente de la Unión Mundial de las Sociedades Católicas de Filosofía. Ha publicado Introducción a la Filosofía (Lovaina 1934; trad. Madrid 1956); Filosofía del ser, Ensayo de síntesis metafísica (Lovaina 1935; trad. Madrid 1956); Le cardinal Mercier et l’Institut Supérieur de Philosophie de Louvain (Lovaina 1952); etc.

c) En lengua alemana, aparte de los autores antes aludidos, y de Josef Pieper, éstos parecen ser los filósofos más destacados: Viktor Cathrein, S. J. (1845-1931), suizo, sigue siendo reeditado hasta hoy. Publicó, entre otros libros, Filosofía moral (2 vol. Friburgo 1890); El socialismo (ib. 1890); Derecho, derecho natural y derecho positivo (ib. 1901); La cuestión social (ib. 1901); La unidad del conocimiento moral de la humanidad (3 vol. ib. 1914); Socialismo y catolicismo (ib. 1930; trad. Madrid 1933).

Gallus M. Manser, O. P. (1866-1950), suizo también, fue prof. de la Univ. de Friburgo. Es particularmente conocido por su excelente obra La esencia del tomismo (Friburgo 1932; trad. Madrid 1947), en la que se propone demostrar, entre otras cosas, que la filosofía tomista es el desarrollo coherente de la doctrina aristotélica del acto y la potencia.

Joseph Geyser (1869-1948) fue prof. en las Univ. de Mynster, Friburgo Br. y Múnich. Cabeza visible del movimiento neoescolástico alemán, combatió enérgicamente el neokantismo y la fenomenología, así como la orientación meramente positivista de la lógica y psicología modernas. Son obras suyas El problema filosófico de Dios (Münster 1899); Teoría aristotélica del conocimiento (ib. 1917); Sobre la verdad y la evidencia (ib. 1918); Gnoseología (ib. 1922); Algunos problemas fundamentales de la metafísica (Friburgo 1923); La ley causal (ib. 1933); etc.

Johannes Messner. (1891-1968; v.), austriaco, es un profundo estudioso y conocedor de la ética y ciencias sociales, materias que enseñó en la Univ. de Viena; ha publicado valiosas obras, como La cuestión social (Innsbruck 1946; trad. Madrid 1960); Ética social, política y económica a la luz del derecho natural (I, 1949; trad. Madrid 1967); Contradicciones en la existencia humana (Innsbruck 1952); Ética cultural (ib. 1954); Ética general y aplicada (trad. Madrid 1969); etc.

Lorenz Fuetscher, S. J. (1894-1935), también austriaco, fue prof. de Filosofía en Innsbruck. Suareciano, escribió La pregunta por la posibilidad de la metafísica en Kant y en la Escolástica (Innsbruck 1930); El primer principio del ser y del pensamiento (ib. 1930); Acto y potencia, Debate crítico-sistemático con el neotomismo (ib. 1933; trad. Madrid 1948).

Gustav Siewerth (n. 1903), prof. y director de la Academia Pedagógica de Aquisgrán. Son obras suyas Metafísica del conocimiento en Tomás de Aquino (Múnich 1933); El tomismo como sistema de la identidad (Fráncfort 1939); Palabra e imagen (Düsseldorf 1952); El hombre y su cuerpo (Einsiedeln 1953).

d) Entre los italianos, añadamos a los antes estudiados los siguientes: Giuseppe Zamboni (1875-1950), prof. de la Univ. Católica de Milán y de Padua, publicó, entre otras muchas obras, La gnoseología dell’atto come fondamento della filosofía dell’essere (Milán 1923); Verso la filosofía (3 vol. Milán 1935); La persona umana (Verona 1940).

Gustavo Bontadini (n. 1903) explica en la Univ. Católica de Milán. Son obras suyas Saggio di una metafísica dell’esperienza (vol. 1, Milán 1938); Dall’attualismo al problematismo (Brescia 1946); Indagini di struttura sul gnoseologismo moderno (Brescia 1952); Dal problematicismo alla metafisica (Milán 1952).

Cornelio Fabro (n. 1911), profesor de Filosofía en la Univ. Católica de Milán, y en otros centros italianos, es uno de, los filósofos más vigorosos de Italia en el s. XX. Entre sus numerosas obras se encuentran La nozione metafísica di participazione secondo san Tommaso (Milán 1939); La fenomenología della percezione (ib. 1941); Percezione e pensiero (ib. 1941); Dios, Introducción al problema teológico (Roma 1953; trad. Madrid 1961); Dall’essere all’essistente (Brescia 1957); Partecipazione e causalitá secondo san Tommaso d’Aquino (Torino 1960); Introducción al tomismo (Roma 1960; trad. Madrid 1967); Historia de la Filosofía (en colaboración, Roma 1954, 2 ed. 1959; trad. Madrid 1965).

e) En lengua española, desde perspectivas muy diferentes, pero con indudables raíces en la Metafísica y en la Filosofía tradicional, han llevado a cabo valiosas aportaciones a la filosofía contemporánea N. del Prado, Á. Amor Ruibal, J. Zaragüeta, M. García Morente, X. Zubiri y S. Ramírez. A ellos se pueden añadir otros nombres: Alberto Gómez Izquierdo en Samper de la Sal (Zaragoza) en 1870, y m. en Granada en 1930. Sacerdote, fue director de la sección filosófica de “Rev. de Aragón” y de “Cultura Española”. Catedrático de Lógica fundamental y decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Univ. de Granada, publicó Historia de la filosofía del siglo XIX (Zaragoza 1903); Apuntes para la historia de la lógica en España (“Revista de Aragón” 5, 1904, 385-92 y 6, 1905, 12-17, 49-55, 291-298, 345-352, 409-413 y 475-479); Nuevas direcciones de la Lógica (Madrid 1907); Análisis del pensamiento lógico (2 vol. Granada 1928-42). Gómez Izquierdo conoce profundamente el pensamiento clásico, y ha estudiado con verdadera pasión la filosofía del XIX.

El argentino Octavio Nicolás Derisi, rector de la Universidad Católica de Buenos Aires y director de la revista “Sapientia“, ha publicado valiosas obras de Metafísica y de Ética, entre ellas: Esbozo de una epistemología tomista (Buenos Aires 1939); Filosofía moderna y filosofía tomista (ib. 1941); Los fundamentos metafísicos del orden moral (ib. 1941; con varias ed.); Lo eterno y lo temporal en el arte (ib. 1942); Concepto de la filosofía cristiana (ib. 1943); La persona (La Plata 1950); etc.

Juan R. Sepich, también argentino, n. en 1906. Prof. de las Univ. de La Plata y Mendoza, fundó la revista “Philosophia“, y ha escrito, entre otras obras, Lógica formal (Buenos Aires 1940); Introducción a la filosofía (ib. 1942); Lecturas de metafísica (ib. 1946); Introducción a la ética (ib. 1952).

Ismael Quiles, S. J., n. en Valencia en 1906. Prof. de Filosofía en Buenos Aires, y director de la rev. “Ciencia y Fe“, ha publicado La persona humana (Buenos Aires 1942); Filosofía del cristianismo (ib. 1944); Filosofar y vivir (ib. 1948); Más allá del existencialismo (Barcelona 1958); etc.

Jaime Bofill (1910-65), catedrático de Metafísica de la Univ. de Barcelona, intentó una interpretación de S. Tomás desde sus puntos comunes con S. Agustín, y escribió La escala de los seres o el dinamismo de la perfección (Barcelona 1950); Para una metafísica del sentimiento (“Convivium” 1956, 19-53 y 1957, 3-35); etc.

Leopoldo E. Palacios, n. en Madrid en 1912, catedrático de Lógica en la Univ. de Madrid, ha publicado La prudencia política (Madrid 1945) El mito de la nueva cristiandad (ib. 1951); Filosofía del saber (ib. 1962). Esta última obra pone de manifiesto un cierto influjo kantiano.

Ángel González Álvarez, (n. 1916), catedrático de Metafísica en la Univ. de Murcia y después de la de Madrid; también secretario general del Consejo Superior de Investigaciones Científicas; ha publicado entre otras: El tema de Dios en la filosofía existencial (Madrid 1945); Teología natural (ib. 1949); Introducción a la metafísica (Mendoza 1951); Filosofía de la Educación (Mendoza 1952); Ontología (Madrid 1961).

Antonio Millán Puelles (n. 1921), también catedrático de la Univ. de Madrid, ha publicado vigorosas obras, sobre todo de temas metafísicos y de antropología filosófica. Sus finos análisis filosóficos están atentos a cuestiones sociales y a desechar especulaciones inoperantes; no se le puede calificar de escolástico, ni por los temas cultivados ni por sus métodos de exposición. Entre sus obras principales están: El problema del ente ideal, un examen a través de Husserl y Hartmann (Madrid 1947); Ontología de la existencia histórica (Madrid 1951; 2 ed. ib. 1955); la excelente obra de síntesis Fundamentos de Filosofía (Madrid 1955-56; 8 ed. ib. 1972); La claridad en Filosofía y otros estudios (Madrid 1958); La función social de los saberes liberales (ib. 1961); Persona humana y justicia social (ib. 1962); La formación de la personalidad humana (ib. 1963); La estructura de la subjetividad (ib. 1967).

Antonio del Toro

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BIBL.: M. F. SCIACCA, Las grandes corrientes del pensamiento contemporáneo, 4 vols. Madrid 1959 ss.; íb, La filosofía, hoy, 2 vols. 3 ed. Barcelona 1961; G. CERIANI, Orientazioni teologiche del secolo XX, Milán 1938; B. MONDIN, I grandi teologi del secolo ventesimo, Turín 1969; R. CEÑAL, S. J., La filosofía española contemporánea, en Actas del 1º Congreso Nacional de Filosofía, Buenos Aires 1950, 419-441; A. WAGNER DE REYNA, La filosofía en Iberoamérica, Lima 1949; O. ROBLES, El movimiento filosófico neo-escolástico en México, “Filosofía y Letras” 23 (1946); V. LA VIA, La piú recente attivitá neo-scolastica in Italia, “Giornale Critico della Filosofia Italiana” (1923) 231-271; P. WOLFF, Christliche Philosophie in Deutschland 1920-1945, Regensburg 1949; J. VALBUENA, O. P., Actualidad de la filosofía escolástico-tomista en Norteamérica, “Salmanticensis” 2 (1955) 90-102; R. GARRIGOU-LAGRANGE, Les XXIV théses thomistes (Pour le XXX anniversaire de leur approbation), Roma 1944; G. VAN RIET, L’épistémologie thomiste. Recherches sur le probléme de la connaissance dans 1’école thomiste contemporánne, Lovaina 1946; J. Ma ALEJANDRO, S. J., La Neoescolástica ante el problema del conocimiento, “Pensamiento” 5 (1949) 147-173; É. GILSON, El realismo metódico (estudio preliminar de L. E. PALACIOS), 3 ed. Madrid 1963; C. París, Física y Filosofía, Madrid 1952; M. F. SCIACCA, Dios y la religión en la filosofía actual, Barcelona 1952; A. MANDIL, La psychologie expérimentale en Italie. École de Milan, París 1938; J. ZARAGÜETA, La Escuela de Lovaina: su evolución, “Revista de Filosofía” 7 (1948), 349-389; R. ECHAURI, Heidegger y la metafísica tomista, Buenos Aires 1970.

Gran Enciclopedia Rialp, Ediciones Rialp, Madrid 1991.

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