La importancia de Santo Tomás de Aquino en favor de la Unión y su influencia en la teología oriental, Card. Josyf Slipyj

Santo Tomás de Aquino - Cornelio Fabro - instituto verbo encarnado

La importancia de Santo Tomás de Aquino en favor de la Unión y su influencia en la teología oriental, Card. Josyf Slipyj (De valore S. Thomas Aquinatis pro Unione eiusque influxu in theologiam orientalem)

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santo tomás en oración

Habiéndose celebrado espléndidamente el jubileo del sexto centenario de la canonización de Santo Tomás de Aquino, es útil aún hacer una conmemoración del ingenioso santo, que iluminó la Iglesia y tuvo una parte notable en la preparación del camino de la unión, precisamente en este año, con ocasión de este magnífico congreso en el que en cierto modo se personifica y se encarna el empeño unionístico, dado que en el año pasado la sesión preparada para tal ocasión infortunadamente no pudo volver a realizarse debido a la enfermedad y a la piadosa muerte del Metropolita Dr. Antonio Stojan, meritadísimo y dignísimo propugnador de la Unión[1].

La unión de las Iglesias agitaba sincera y vivazmente la mente y el corazón del Aquinate, ya que los opúsculos Contra errores Graecorum, Ad cantorem Antiochenum, el Comentario a las Sentencias, las Quaestiones Disputatae (De veritate, De potentia), la Summa contra Gentes y la Summa Theologica abundan copiosísimamente en temas controvertidos entre Occidentales y Orientales. Incluso antes de su santa muerte, obedeciendo a un mandato del Papa, Santo Tomás no dudó en tomar el camino hacia a Lyon para trabajar por la Unión, aún cuando sentía que el cuerpo le negaba el sostén necesario para tal deseo de su alma. Por esto mismo, en este congreso que prosigue el duro trabajo unionístico, se adeudan merecidamente alabanza, honor y veneración al más santo de los doctores y al más docto de los santos [sanctissimus doctorum et doctissimus sanctorum].

La Iglesia católica asigna al Aquinate las máximas alabanzas y apenas hace muy poco tiempo que el Sumo Pontífice lo declaró honoríficamente guía de los estudios [Studiorum ducem], decretando que es necesario retornar a la teología y a la filosofía de Santo Tomás, y que éstas deben ser expuestas claramente según la mente y en el espíritu del Doctor Angélico. Pienso que en esta exhortación también se contiene el deseo implícito de que el trabajo científico de la acción unionística se fundamente en las obras del Aquinate.

Más aún, también en Oriente hay que cultivar el estudio de S. Tomás, en primer lugar (I) porque la escolástica del primer período nació en Oriente y se desarrolló a partir de la teología y filosofía patrística; en segundo lugar (II), porque ciertamente la teología y la filosofía Oriental reflorecieron bajo el influjo de Santo Tomás y de la Escolástica, y la Unión ha sido promovida. En efecto, creciendo la influencia del Aquinate en Oriente, al mismo tiempo se sigue que la unión de las Iglesias ha sido confirmada.

I.

Ninguno ignora que la doctrina escolástica y de Santo Tomás en nada agrada a los Orientales Ortodoxos, que hasta incluso aborrecen de ella. Piensan, en efecto, que la escolástica es contraria a la mentalidad de los Orientales, y que con el abrazo de la misma se reniega de la tradición teológica de Oriente y se abandona un método consagrado por los siglos[2]. Yendo más lejos, según ellos la escolástica occidental consiste en el formalismo, en la defensa de cuestiones dogmáticas super-dialécticas, en el examen de distinciones exageradas y de opiniones fútiles y ridículas. No sorprende que la sepulten con contumelias[3].

Tal juicio los teólogos ortodoxos lo heredaron de los protestantes y lo endurecieron con su prejuicio. Sin embargo, esta persuasión, examinada mejor la cuestión, carece completamente de fundamento: la escolástica no se encuentra en oposición alguna con respecto a la tradición oriental. Por consiguiente, ¿qué cosa dice el noble concepto de escolástica?

1) Que es un esfuerzo de la razón la declaración y exposición de las verdades de la fe, y la integración de las mismas en un orden y nexo lógico. Que las cosas dichas en diversas ocasiones por los Padres, éstas mismas por los escolásticos fueron propuestas sistemáticamente, mucho mejor desarrolladas y expresadas con conceptos más estrictos. Además de esto, que las dificultades que se objetan contra las verdades reveladas se solucionan con la razón. Justamente por esto el estudio fomentado en las escuelas ha recibido el nombre de «Escolástica».

2) Que debajo de la entera obra está la filosofía de Aristóteles, el más grande filosofo griego, introducido en teología –adviértase atentamente– por los Padres griegos.

3) Que, aún más, los teólogos escolásticos construyeron su propia obra sobre las obras patrísticas, como ya se dijo, especialmente sobre Agustín, por más que el método derivase de los Padres griegos[4].

Por lo tanto, ni el carácter específico fundamental de los escolásticos –la penetración y la declaración de las verdades de la fe mediante la razón, en cuanto sea posible–, ni la misma filosofía aristotélica, cosas que no son extrañas al espíritu griego, de ningún modo se oponen a la tradición oriental. En efecto, son los protestantes quienes objetan precisamente esto: que los Padres griegos habrían mutado y viciado la revelación con una concepción especulativa del acontecimiento[5]. Sólo es verdad que los Padres y escritores griegos, dotados de una mente especulativa y estimulados por la sagrada Escritura (1 Cor 3,1.3.15; Tt 1,9; 1 Pe 3,15)[6], antes que los latinos aplicaron la agudeza de su entendimiento a las verdades de la fe[7].

De entre la Escuela Alejandrina, Clemente se pregunta sobre la relación entre la revelación y la razón, llamando fe al conocimiento breve y compendioso de las cosas que son necesarias[8]. Orígenes, como proponiendo una primera suma de teología en su obra peri. avrcw/n [De principiis, Sobre los principios], advirtió que los apóstoles nos transmitieron la revelación, pero dejaron muchas cosas para investigar a través de la razón: «…han dicho ciertamente que existen; sin embargo, han callado indudablemente de qué modo o de dónde vienen, a fin de que los más estudiosos de sus sucesores, que serían amantes del ejercicio de la sabiduría, pudiesen tener en qué mostrar el fruto de su ingenio…»[9]. S. Basilio exalta la dialéctica como la muralla de los dogmas[10]. S. Cirilo sobresale por su gran ingenio especulativo y dogmático[11]. La phgh. gnw,sewj [Fons cognitionis, Fuente del conocimiento] de San Juan Damasceno ofrece todos los elementos escolásticos; éste, habiendo seguido principalmente a Aristóteles en su suma de teología en griego, propone, expone y afina los términos técnicos. Sin embargo no siguió ciegamente al Estagirita, ya que contrapuso su propia posición a la de los Monofisitas y Nestorianos[12].

El Oriente, cansado y oprimido por divisiones y enemigos, transmitió a los escolásticos el fruto de su trabajo. Desde hace mucho tiempo los investigadores de la teología escolástica discuten entre sí en cuánto dependan los escolásticos latinos, uno por uno, de los Padres griegos. No obstante, tanto autores católicos como protestantes están persuadidos de que la escolástica no es otra cosa que la continuación de la teología patrística griega, si bien no nieguen el influjo preponderante de S. Agustín[13]. Del mismo modo declaran que las obras de los Padres griegos han hecho fructificar de manera singular la teología occidental y han proporcionado nueva materia a los escolásticos. Esto fue un hecho, por ejemplo, en Escoto Eriúgena y incluso mucho más en los escolásticos del siglo XII, cuando, además de las versiones latinas ya existentes[14], Juan Burgundio de Pisa († 1194) tradujo a Gregorio Niceno, las homilías del Crisóstomo y el De Fide Orthodoxa del Damasceno[15]. El interés por las obras griegas creció notablemente, lo cual también hace ver, sin lugar a dudas, su influencia en los autores latinos. Los primeros que extraen abundantemente del Damasceno son Hugo y Ricardo de San Víctor, Abelardo y Alberto Magno[16]. En la elaboración de la terminología y en la refutación de los adversarios, la  ;Ekdosij avkribh/j th/j ovrqodo,xou pi,stewj (Explicación exacta de la fe ortodoxa) relucía en Prepositino, Martín de Fugeriis, Rolando de Cremona, Guillermo de Auxerre y Alejandro de Hales[17].

S. Tomás no otorgó a las obras de los Padres griegos una menor atención que la de sus antecesores. Personalmente no era un experto en la ciencia de la lengua griega, aunque la estimase en máximo grado[18]. A buen seguro, a petición del Aquinate, un hermano suyo en religión, Guillermo de Moerbeke, tradujo las obras de Aristóteles a la lengua latina, para las cuales Tomás compuso comentarios epocales, allanando a la teología un camino más firme. S. Tomás estudió diligentemente los Padres griegos y comentó alguna de sus obras (el De divinis nominibus del Pseudo-Dionisio Areopagita)[19]. A más de esto, la Teología oriental también atraía la atención del Doctor Angélico, dado que renacen, durante el tiempo de su docencia, los tentativos de la Unión. Miguel el Paleólogo, emperador bizantino, envió delegados al Papa Urbano para entrar en tratativas. El Papa encargó a S. Tomás que examinase el asunto teológicamente y le entregó el sabio libro de Hugo Etereano «Sobre las herejías de los Griegos» (De haeresibus Graecorum). En aquella oportunidad Tomás compuso su opúsculo «Contra los errores de los Griegos» (Contra errores Graecorum), en el que explicó los pasajes más difíciles de los Padres griegos con respecto a las tesis controvertidas.

Al comienzo inmediatamente hizo dos observaciones ponderables. [La primera es que] las oscuridades de algunos textos traen su origen de esto: respecto a los escritores, no siempre habrían expresado adecuadamente su sentido y en repetidas ocasiones habrían hablado incautamente. Al fin y al cabo las herejías y disputas han ofrecido una ocasión a los Padres «para que las cosas referentes a la fe se trasmitiesen con mayor circunspección a fin de eliminar los errores surgidos» (Proemio). En nada sorprende que antes de Arrio se encuentren algunos dichos ambiguos referentes al dogma de la consustancialidad de las personas divinas. Es así como también Agustín no estuvo atento tan cuidadosamente al libero arbitrio antes de la herejía Pelagiana, a tal punto que los mismos Pelagianos desafiaban sus obras más recientes. De ello se sigue que se exponen reverentemente expresiones inadecuadas. La segunda razón del disenso entre Oriente y Occidente se presenta en la lengua, la cual encuentra una dificultad en la traducción de los conceptos. Por ejemplo, suena idéntico sustancia e hipóstasis, pero el significado es completamente distinto; igualmente causa y principio. De esto trata en el libro I. En el libro II, capítulos 1-20, el Aquinate discute los textos sobre la procesión del Espíritu Santo: «Si procede de ambos»; en los capítulos 21-27 trata sobre el primado, en el capítulo 28 acerca los ácimos, y en el capítulo 29 toca la doctrina referente al purgatorio. De ese modo el Aquinate explica las dificultades patrísticas de las principales causas de la división. Es claro en todo el opúsculo que S. Tomás no intentó dar una visión sintética de la doctrina de los Padres griegos, sino que se aplicó a la explicación de los textos citados, uno por uno.

También en sus obras sistemáticas el Doctor Angélico expone las verdades impugnadas por los ortodoxos y disemina por todas partes las dificultades.

De este modo respondió profundamente a la dificultad de los ortodoxos referente a la cabeza de la Iglesia, aún hoy actual: «Si uno replicase que la única cabeza y el único pastor es Cristo, que es el único esposo de la única Iglesia, no responde suficientemente. Es evidente en efecto que es el mismo Cristo quien realiza los sacramentos eclesiásticos: de hecho es Él quien bautiza, es Él quien perdona los pecados, es Él el verdadero sacerdote, que se ofreció en el ara de la cruz, y por la virtud de Él cada día su cuerpo es consagrado en el altar; y aún así, porque no habría de estar corporalmente presente con sus fieles en el futuro, escogió los ministros por medio de los cuales habría de dispensar a los fieles los sacramentos mencionados… Por consiguiente, por esa misma razón, es decir, porque iba a sustraer su presencia corporal de la Iglesia, convenía que encomendase a alguno que en su lugar tuviese la solicitud de la Iglesia universal. De ahí que dijese a Pedro antes de su ascensión: “Apacienta mis ovejas” (Jn 21,17), y ante de su pasión le había dicho: “Tú, una vez convertido, confirma a tus hermanos” (Lc 22,32); y solamente a él había hecho la promesa: “A ti te daré las llaves del reino de los cielos” (Mt 16,19), para mostrar que el poder de las llaves habría de derivar a otros por medio suyo, en orden a la conservación de la unidad de la Iglesia.

No se puede decir que, si bien entregó a Pedro esta dignidad, no deriva por medio suyo a los demás. Es evidente, en efecto, que Cristo ha istituido la Iglesia para que perdurase hasta el fin del mundo, según lo afirmado por Isaías 9,7.

Queda claro, por tanto, que así es como instituyó en el ministerio a los que entonces estaban, a fin de que su potestad derivase a sus sucesores para la utilidad de la Iglesia hasta el fin del mundo, principalmente cuando Él mismo afirma: “He aquí que yo estaré con vosotros hasta la consumación del mundo” (Mt 28,30).

Por esto se excluye el error presuntuoso de aquellos que intentan alejarse de la obediencia y de la sujeción a Pedro, no queriendo reconocer al Romano Pontífice como pastor de la Iglesia universal»[20].

II.

1. Reivindicando el influjo de la Patrología griega en la obra de Santo Tomás, seguimos la tesis general que sostiene que la teología occidental ha dependido de la griega[21]. Por el contrario, en comparación a lo primero, Roma gozaba de autoridad en Oriente. Albert Thumb[22], Ludwig Hahn[23], Michael Rackl[24] desean encontrar una dependencia recíproca del Oriente respecto al Occidente. Pero aún así éste último reconoce abiertamente que la dependencia de los Padres griegos de los latinos es tan exigua que no sirve para ser comparada con la influencia del Oriente en Occidente[25].

En el siglo XIII cambiaron por completo las condiciones. La teología escolástica tuvo tal reflorecimiento que su aroma incluso colmó el Oriente. Con dificultad se pudo lograr que una mente tan potente, como lo era el ingenio de Santo Tomás, suscitase admiración entre los Orientales. Si en Oriente las obras de S. Agustín no dejaron vestigios más profundos, se debió a la ignorancia de la lengua latina entre los Griegos[26]. Pero este obstáculo en el Medioevo fue quitado a ventaja de su influencia.

Aún más, los promotores de la Unión se habían obligado a leer atentamente las obras latinas. Mejor dicho, los mismos defensores pensaban que iban a eliminar el disenso en torno a las verdades controvertidas en las obras teológicas latinas traducidas a la lengua griega[27], que entre los Griegos iban a suscitar reverencia científica hacia los Latinos, y que iban a defender óptimamente la cuestión con argumentos propuestos por los Occidentales. Excepción hecha a Agustín, Anselmo, Ricardo de San Víctor, especialmente el Aquinate ha alcanzado muchos traductores en Oriente[28]. Ya un coetáneo del Aquinate, Guillermo Bernardi de Gaillac († 1298), se había consagrado a las traducciones de las obras de Tomás; aún siendo así, entre los teólogos griegos el nombre del Doctor Angélico se divulgó por primera vez en el Concilio de Lyon, ya que se sentía hablar de su venida como la de un hombre de máxima importancia en la ciencia teológica. Efectivamente los adversarios de la Unión de Lyon prontamente acometieron contra el Aquinate, como Mateo Ángelos Panaretos (s. XIII)[29] y luego, todavía mucho más, Nilo Cabasilas (s. XIV).

De la parte opuesta salió al encuentro toda una serie de defensores de la Unión, los cuales escudriñaron las obras de Tomás y de los escolásticos. Así el monje Máximo Planudes († 1310), el que también tradujo al griego el «De Trinitate» de S. Agustín, se aplicaba al trabajo con estudios escolásticos, el mismo que después impugnaba la Unión[30].

En el siglo XIV Demetrio Cidonio (Kydones)[31], uno de los más abiertos y más adictos defensores de S. Tomás, fomentaba hacia el Angélico la máxima piedad y admiración. Cidonio había nacido en Tesalónica de una noble familia (en torno al 1320). A causa de una sedición originada por los zelotas huyó a Constantinopla, donde encontró el favor del docto Juan VI Cantacuzeno (1341-1355), por quien fue enviado desde allí a Italia a sostener los negocios diplomáticos. Cuando moraba en Milán adquirió el conocimiento de la lengua latina y tradujo muchas obras latinas a la lengua griega, entre las cuales especialmente la Summa contra Gentes en el año 1355[32]. Desde hacia ya tiempo, según Rackl[33], había traducido la Suma Teológica[34]. En un opúsculo separado Cidonio defendió a Tomás frente a Nilo Cabasilas, indignándose en gran manera contra éste, puesto que agraviaba al Aquinate como un infame e impertinente mocosuelo[35].

Además de esto, bajo el influjo del Aquinate escribió dos opúsculos sobre el Espíritu Santo y la S. Virgen[36].

En Oriente la devoción a Tomás está testimoniada en el Kanw.n eivj a[gion Qwma/n to.n VAgci,non[37].

En el s. XV Jorge Skolarios –que tiempo después fue Patriarca bizantino con el nombre de Gennadio (1453-1459, † aprox. 1448) – estimaba enormemente a S. Tomás; éste en un principio favorecía la Unión, después se pasó a los adversarios. Gennadio dejó una síntesis de la prima-secondae de la Suma Teológica, lo que muestra un autor bien instruido en las obras del Aquinate[38]. Del mismo Skolarios nos queda una versión del «De Ente et Essentia» y del «De fallaciis»[39]. Verosímilmente fue él quién escribió, en el margen de la Ekloges, la glosa en la que lamenta que Tomás fuese latino[40]. En un diálogo inédito más extenso sobre la procesión del Espíritu Santo, tiene en consideración a Tomás y a Duns Scoto[41]. También varias veces trata del disenso entre escotistas y tomistas, por lo que claramente se ve que Skolarios conoció profundamente las opiniones de los escolásticos[42].

Juan Kyparissiotes y Manuel Calecas se aplicaron eruditamente a la teología escolástica. El primero compuso una teología dogmática con método escolástico:  ;Ekqesij stoixeiw,qhj r`h,sewn qeologikw/n (Exposición ordenada de las sentencias teológicas)[43].

Manuel Calecas vistió el hábito de los Dominicos en Perea y murió en Mitilene († 1410). En una sinopsis dogmática también él procede con modo escolástico[44].

Con grandes alabanzas el inmortal Besarión ensalza a Tomás llamándolo sofo,n te kai. a[gion a;ndra[45]( th/j VAristotelikh/j scolh/j dia,docon[46] («sabio y santo varón», «sucesor de la escuela de Aristóteles»), etc. En la argumentación referente a la procesión del Espíritu Santo del Hijo, evidentemente tiene ante sus ojos la Suma Teológica, puesto que en el Concilio de Florencia todos los teólogos bizantinos tenían en sus manos [los escritos de] Tomás. Es así como Besarión sigue al Doctor Angélico en una famosa cuestión escotista, si el Espíritu Santo se distinga del Hijo, si de Él no proceda[47]. En la refutación de Marcos de Éfeso, [Besarión] se apoya en el raciocinio del Aquinate cuando examina la distinción de las personas sólo por relación, puesto que en Dios no tiene lugar una distinción material[48]; igualmente al explicar la preposición «por el Hijo» (per Filium: S. Th. I, q. 36, a. 3; q. 45, a. 6, ad 2) y «del Padre y del Hijo como de un mismo principio»[49]. A Marcos de Éfeso, que se apelaba al Doctor Angélico, el cardenal le responde: «Sin duda tú, diciendo también esto calumniosamente o por impericia, despreciaste a Tomás, varón sabio y santo»[50].

La erudición latina en Besarión puede observarse sin dificultad cuando, en su obra sobre el sacramento de la Eucaristía, trata de los sacramentos como signos[51], y cuando sostiene la distinción del término a quo y ad quem en la doctrina de la transustanciación[52].

La influencia de Tomás en la teología bizantina se manifiesta luminosamente también en dos hechos: la victoria de los Aristotélicos bizantinos y la disputa hesicasta. Durante el siglo XIV Aristotélicos y Platónicos combatían acérrimamente entre sí. En pro de Platón estaba Nicéforo Gregorás († aprox. 1359), de parte del Estagirita Juan VI Cantacuzeno. Gennadio tradujo a la lengua griega el «De Anima» de Tomás a fin de que se consolidase la posición de los Aristotélicos[53].

El otro hecho es el «hesicasmo». Cierto monje latino vino de Calabria a Constantinopla a conocer las condiciones de la Iglesia bizantina. En aquel tiempo los monjes del monte Athos disputaban entre sí sobre la luz que los apóstoles habían visto durante la transfiguración en el Tabor, afirmando que la luz de Cristo es increada al modo de una operación divina, pero distinta de la esencia divina. A la visión de ésta se puede llegar en esta vida, con la contemplación y con la quietud, h`suci,a kai.. proseuch.[54]. Gregorio Barlaam contradecía los argumentos hesicastas con argumentos de S. Tomás: en Dios ser y obrar son idénticos[55]. Defendían el hesicasmo Gregorio Palamas, Juan Cantacuzeno, Nilo Cabasilas, José Bryennios, Marcos Eugenikós, Jorge Skolarios, es decir, ¡los adversarios de la Unión! A favor de Tomás estaban los celadores de la Unión: Nicéforo Gregorás, Juan Kyparissiotes, Juan y Manuel Kalekas, Demetrio Cidonio, Barlaam de Seminaria (Calabria) y Gregorio Akíndynos. Este último en su obra Peri. ouvsi,aj kai. evnergei,aj (Sobre la esencia y el acto) transcribió casi servilmente los argumentos de Tomás con respecto a que en Dios es inadmisible una potencia pasiva[56].

2. Habiendo sido capturada la ciudad de Constantinopla, se frenó la regeneración emprendida de la teología griega, por más que no muriese totalmente. Por eso se fortificó más sólidamente el estudio teológico de Ucrania, en Kiev, que llegó a ser el centro y la sede de la ciencia teológica ortodoxa, principalmente en el s. XVII. En la Academia Mohylana se formaban Rusos, Griegos, Rumanos, Yugoslavos y Búlgaros. Por consecuencia hay que notar que también en Ucrania la teología se desarrolló bajo el influjo de S. Tomás y de la escolástica. De por sí es evidente que los Unidos han fundamentado sus estudios teológicos y filosóficos en S. Tomás.

De tal manera el Metropolita Rutskyj puso como base en las escuelas teológicas a Tomás y al Damasceno. Así escribe respecto a la escuela de Novhorod: «En ésta, a la mañana se leen las controversias en lengua vulgar; a la tarde casos de conciencia. Para que esto fuese más hermoso, al Damasceno lo escuchamos en eslavo, y se leen los cuatro libros sobre la fe ortodoxa, en los cuales no sólo se pueden recoger todas las controversias, dando anotaciones al texto, sino también toda la Suma teológica de S. Tomás»[57].

Además de esto, los discípulos ucranianos se embebieron de la doctrina escolástica y de S. Tomás en las escuelas latinas de los Padres Jesuitas.

Igualmente en Roma, en Florencia, en Praga, en París (tanto unidos como ortodoxos) se dedicaban a los estudios teológicos[58].

Sin embargo Tomás no era de menor importancia para los Unidos como para la teología de los Ortodoxos. De máxima relevancia es la persona de Pedro Mohyla, el cual habiéndose formado en Occidente[59], posteriormente como metropolita de Kiev envió a sus discípulos a las universidades occidentales y los instituyó como profesores con dedicación absoluta en la Academia de Kiev. No sería de extrañar que los maestros hayan seguido enteramente la doctrina del Aquinate y de los Escolásticos. Debido a que las obras de los escolásticos de Kiev están inéditas y desde hace tiempo inaccesibles, estamos imposibilitados para dar un juicio particular sobre la dependencia de éstos. Sin embargo, por las indicaciones generales y los títulos de las lecciones nos animamos a deducir que en Kiev Tomás ha predominado en teología y filosofía[60].

El curso filosófico duraba un bienio, en el cual se exponía la lógica, la física (ciencia natural), la metafísica y ciertamente todas en conformidad con Aristóteles. Esto es evidente ya a partir de los títulos de las lecciones. Inocencio Popovskyj intitula su obra: Universa philosophia commentariis scholasticis illustrata, doctrinam peripatheticam complectens ingenuo auditori Roxolano exposita 1699 (Filosofía universal ilustrada con comentarios escolásticos, que incluye la doctrina peripatética, publicada en 1699 por el noble auditor Roxolano).[61] Josef Volcanskyj puso como título a su manual: Philosophia universa doctrinam peripatheticam ad mentem principis philosophorum Aristotelis Stagyritae complectens, commentationibus scholasticis illustrata atque in alma Kioviensi Academia ortodoxa Mohyliana ingenuo auditori Roxolano extradita annis 1716-1718 (Filosofía universal que incluye la doctrina peripatética según la mente de Aristóteles el Estagirita, príncipe de los filósofos, ilustrada con comentarios escolásticos y editada por el noble auditor Roxolano en la venerable Academia ortodoxa Mohyliana de Kiev, en los años 1716-1718)[62].

Los autores muchísimas veces concluyen: «De igual modo Tomás, Escoto, Alberto Magno, Avicena, Arriaga y casi todos los filósofos, –con los cuales está de acuerdo nuestra conclusión»[63]. Se abordaban profundas cuestiones sobre la demostrabilidad de la existencia de Dios, sobre la omnipresencia divina, si bien también algunas veces se hayan examinado con toda diligencia cuestiones ridículas de comentarios de menor importancia[64].

El curso teológico abarcaba cuatro años, durante los cuales se exponía la suma de toda la teología (no de modo abreviado). Una notable atención se dedicaba a las cuestiones controvertidas.

El esquema de la tesis era el de la escolástica posterior: estado de la cuestión, argumentos, objeciones. El argumento se desarrollava asiduamente a partir de la razón y en la solución de las opiniones se abrazaba el pensamiento de Santo Tomás.

Al igual que los católicos, los teólogos de Kiev redactaban comentarios a la suma del Doctor Angélico. Inocencio Popovskyj dejó un «Tractatus in primam partem Summae theologiae doctoris angelici divi Thomas de Deo…» (Tratado sobre Dios en base a la prima parte de la Suma teológica del divino Tomás, doctor angélico…)[65]. La materia teológica nuevamente se encuentra distribuida de acuerdo al Aquinate. Las lecciones de los años 1721-1725 (posiblemente del Prof. Volčanskyj) comienzan: «Nosotros dividiremos toda la teología en tratados (tractatus) y disputas (disputationes) y en el presente año, siguiendo a Tomás, trataremos sobre Dios uno en la esencia y trino en las personas y también sobre los Ángeles, con respecto a los cuales indicaremos que más adelante, en los años siguientes, habrá una disputatio, si Dios lo querrá»[66].

Además de Tomás, los profesores de Kiev hicieron uso de los obras de los escolásticos más recientes. Muchas veces y muy frecuentemente son citados Gregorio de Valencia, Suárez, Lugo, Pallavicino y otros[67]. Los doctores de Kiev no sólo hicieron uso del método escolástico sino que también transmitían la doctrina católica, exceptuadas la procesión del Espíritu respecto del Hijo y el primado. En efecto, en las demás cuestiones controvertidas como el purgatorio, la inmaculada concepción y la epíclesis, piensan católicamente. Inocente Popovskyj impugna la consagración directamente por la epíclesis[68] y también defiende el dogma de la inmaculada concepción[69]. Por su parte Volčanskyj aduce contra Escoto a Tomás, Alberto Magno y Buenaventura. En la polémica literaria del siglo XVII, frecuentemente S. Tomás es tenido en consideración. Melezio Smotryckyj impugna la Suma Teológica (III, q. 8, a. 3; q. 25)[70]. Cristóforo Filaleto en l’Apocrisi apela al Comentario a las Sentencias (In IV Sent., dist. 25, q. 3, a. 3)[71].

De lo cual fácilmente surge ahora la persuasión de que la doctrina de la Iglesia de Kiev, a causa de la influencia de S. Tomás, está en conformidad con la católica y es la más cercana a ésta de entre todos los ortodoxos.

3. Bajo la influencia de Kiev, la doctrina de Tomás fue propagada en Moscú. Los primeros profesores, discípulos de la Academia Mohylana como Simeón Polockyj, Teófanes Procopovyč, Epifanio Slaveneckyj, transmitían la teología escolástica. El primer rector, Teofilacto Lopatynskyj, († 1740) pagó íntegramente estudios en Kiev y sacó muchas cosas de la Suma Teológica de S. Tomás[72]. Pero en Rusia el terreno a favor de la escolástica no era tan fértil como en Ucrania. Los doctos «Parvo Rusos», inmediatamente fueron sospechados de latinismo, e incluso también fueron acusados como heréticos. Por esto se convocaron maestros griegos, los hermanos Lijuda[73]. Expulsada la escolástica después de tan radical reformación, el Protestantismo penetró furtivamente en la teología rusa, introducido en aquel entonces por Prokovyč. Ortodoxos rusos recientes han restituido la autoridad de Tomás.

***

Que lo dicho sea suficiente para formarse un concepto de la influencia de Tomás en Oriente, aunque no de modo pleno y perfecto. En efecto, muchas obras inéditas de este período yacen escondidas bajo el polvo en las bibliotecas Vaticana, Ambrosiana, del Monte Athos, de Venecia, de Oxford, de París, de Bucarest, de Petersburgo, de Moscú, de Kiev, y están esperando operarios y editores.

Y así con su influencia es evidente una sola conclusión sobre la importancia del Aquinate en pro de la Unión. Las obras de S. Tomás rescaldaron la frialdad y el hielo de la separación de las iglesias y dieron a los defensores de la Unión armas aptísimas y segurísimas. Los Orientales se han apropiado de muchos argumentos (sobre la procesión del Espíritu Santo y la doctrina de los sacramentos). En las obras del Aquinate se manifestó ostensiblemente a los Orientales la profundidad de la teología occidental y se hizo revivir la producción decadente de éstos. Pienso que no estoy muy lejos de la verdad cuando afirmo que los teólogos orientales cuanto más profundamente han conocido las obras de S. Tomás tanto más firmemente han adherido a la Unión de las iglesias.

Trad.: P. Eduardo Mariano Haist, IVE

Centro de Altos Estudios «San Bruno Obispo de Segni»*


[1] La presente disertación había sido destinada para el Congreso de Velehrad (1924), pero allí no se tuvo debido a los negados documentos para el viaje. Una parte de la misma fue expuesta en la sección Filosófico-Teológica de nuestra «Sociedad de Teología».

[2] «Para nosotros es nefasto abandonar a los Padres griegos y seguir los pasos de Tomás de Aquino, Juan Escoto, Guillermo Durando y los demás escritores, cuyos nombres son completamente ignorados y viles en la jerarquía eclesiástica», Tantalides, Papistikoi.  ;Elegcoi, t. II (Constantinopla 1850) 281.

»Болѣе двухъ вѣковъ мы пересаживали съ Запада чуждое Русскому народу и православію безжизненное и слишкомъ формальное схоластическое богословіе«. Ал. Бѣляевъ. О соединеніи ңерквей p. 183, «[Durante] más de dos siglos nosotros hemos transferido del Occidente la teología escolástica, extraña al pueblo de Rusia y a la Ortodoxia, sin vida y formalista»; Al. Beliaiev [B. Bielajeff], Para la unión de las Iglesias, p. 183. Cf. A. Palmieri, Theologia Orthodoxa (Florentiae 1911) 189, 191.

[3] Cf. las opiniones de Sylvester, Malinovskyj y otros en A. Palmieri, o. c., 187-194. N. T. Sumtsov (Н. Ө. Сумцовъ) llama a la escolástica «enseñanza altiva e charlatana, alarde de erudición literaria, teología casuística», »высокомѣрное и пустословое умничаніе, хвастовство начитанностью, казуистическое богословіе«. Олитературныхъ нравахъ южнорусскихъ писателй XVII. cт. (Извѣcтія pyccкaго языка и словecнocтн нмпeрaтoрскoй Акадeміи наук 1906 г. т. XI. кн. 2. Санкпeтeрбyргъ 1906, 274), «Sobre la índole literaria de los escritores del sur de Rusia del siglo XVII», en Noticias de la lengua rusa y de la literatura de la Academia Imperial de las Ciencias 1906, t. XI, lib. 2 [San Petersburgo 1906] 274).

[4] „…Obschon sie [die Scholastik] in der Technik der Methode sich mehr an die griechischen Väter anschloß“, «Si bien ella [la escolástica], se acerca más a los Padres griegos en la técnica del método»; Dr. M. Jos. Scheeben, Handbuch der katholischen Dogmatik I. Bd. (Freiburgi. Br. 1873) 422.

[5] „…Durch die Anwendung der griechischen Dialektik, der griech. Philosophie das wesen des Christentums umgestaltet… verändert worden ist… Der Grieche muß systematisch denken, er muß alle Einzelerkenntnisse miteinander verknüpfen. So entstehet erst auf dem Boden des Griechentums eine eigentliche Theologie… Der schlichte Glaube wurde in komplizierte philosophische Spekulationen umgesetzt“, «…La esencia del cristianismo fue transformada… fue cambiada mediante el empleo de la dialéctica griega, de la filosofía griega. El Griego tiene que pensar sistemáticamente, tiene que conectar unos con otros todos los conocimientos particulares. Recién así se alza sobre el terreno del helenismo una auténtica teología. La fe simple fue traducida en complicadas especulaciones filosóficas» (E. v. Dobschütz, Griechentum und Christentum [Leipzig 1908] 59 ss.). Las propiedades indicadas (sistema, explicación y deducción de las verdades, terminología filosófica) caracterizan a los escolásticos.

[6] N. del trad.: 1 Cor 3,1: «Y yo hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo»; v. 3: «porque sois todavía carnales…». En la conferencia «S. Tommaso e la Scienza Teologica e Filosofica nell’Oriente» (en Angelicum 46 [1969] p. 31), Slipyj explica esta referencia 1 Cor 3,1.3.15: «Incluso en la misma Sagrada Escritura se refiere que los Apóstoles incitaban a los cristianos a estudiar atentamente la doctrina revelada, que la fe simple es como la leche para los niños, y la fe en forma más profunda como el alimento sólido. Es necesario dar la respuesta y la razón de la fe a los objetores infedeles». Tt 1,9: «…que sea capaz de exhortar con la sana doctrina y refutar a los que contradicen»; 1 Pe 3,15: «…siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza».

[7] Cf. Scheeben I, 422. Dr. M. Grabmann, Geschichte der scholastischen Methode, v. I (Freiburg i. Br 1909) 77 ss.

[8] Strom. PG 9, 481 A.

[9] PG 11, 116 ss.

[10]  `H ga.r th/j dialektikh/j| du,namij tei/coj evsti toi/j do,gmasin( ouvk evw/sa auvta. euvdia,rpasta ei=nai kai. ouvk euva,lwta toi/j boulo,menoij, «Vis namque dialectices, dogmatum est murus, quae ea a quibuslibet qui vellent, facile interverti, aut facile expugnari non sinit», «En efecto, la fuerza de la dialéctica es una muralla para los dogmas, que no es nada fácil de abatir ni fácilmente se deja tomar por asalto por cualquiera que lo intente»; In Is. c. 2: PG 30, 269 C.

[11] Dr. Eduard Weigl, Die Heilslehre des hl. Cyrill von Alexandrien (Mainz 1905) 1 (Forschungen zur christl. Literatur und Dogmeng.). Cf. Grabmann, o. c., I, 88.

[12] Ti,j tou/to tw/n qeofo,rwn ei;rhke pw,pote; eiv mh. pou to.n parV u`mi/n a[gion vAristote,lhn h`mi/n, w`j triskaide,katon avpo,stolon eivsaga,goite… (PG 94, 1141). [El texto continua así: … kai. tw/n qeopneu,stwn to.n eivdwlola,tren prokri,noite; el Migne traduce: «Quis sanctorum Patrum illud unquam dixit? Nisi forte sanctum Aristotelem nobis, ceu decimum tertium apostolorum introducatis, idolorumque cultores iis anteponans, qui Spiritu sancti affatu locuti sunt», N. del trad.], «¿Quién de los Santos Padres alguna vez ha dicho esto? Si no, tal vez, san Aristóteles, que introducís contra nosotros como si fuese el décimo tercer apóstol, anteponiendo un idólatra a aquellos que hablaron movidos por el Espíritu divino»

[13] Según Catoire, la escolástica no es otra cosa que «la continuation de l’éclectisme tempéré des penseurs orientaux chrétiens au non, à partir surtout du IV-e siècle», «la continuación del eclecticismo mitigado de los pensadores orientales cristianos, sobre todo a partir del siglo IV» («Philosophie byzantine et philosophie scholastique», en Echos d’Orient [1909] 193 ss.); igualmente juzga Harnack: „…alle wissenschaftlichen Entwicklungen des Abendlandes im Mittelalter sind lediglich eine Fortsetzung dessen, was die griechische Kirche in sich teils schon erlebt hatte, teils noch immer in schwachen Bewegungen erlebte“, «…en el Medioevo todos los desarrollos científicos del Occidente son solamente la continuación de aquellos que en parte ya había vivido en sí la Iglesia griega, y en parte seguía viviendo en débiles movimientos» (Lehrbuch der Dogmengeschichte III3, 331).

[14] En lengua latina existían el «De principiis» y las obras exegéticas de Orígenes en la traducción de Rufino. Nueve homilías sobre el Hexaëmeron de San Basilio fueron traducidas por Eustacio Africano, algunas obras del Crisóstomo fueron traducidas por Amiano y Muciano, y las de Dídimo por Jerónimo.

[15] „Hierdurch (F.O. translata) ist der Scholastizismus der ausgehender griech. Patristik mit der lateinischen abendländischen Scholastik in Berührung getreten u. hat in diese neue methodische Gesichtspunkte n. Anregungen, wie auch neue Materialien eingeführt“, «En tal modo, el Escolasticismo proveniente de la Patrística griega anduvo en contacto con la escolástica occidental latina e introdujo nuevos impulsos y también nuevo material en esta nueva óptica metódica» (Grabmann, Gesch. d. schol. Methode II, 93). „Er [Damasc.] hat der abendländischen Scholastik gewisse Grundbegriffe der aristotelischen Logik und Ontologie, sowie wichtige Bestandteile der Psychologie und Ethik des Stagyriten vermittelt und hat dadurch auf den Entwicklungsgang der mittelalterlicher Philosophie eingewirkt“, «Él [el Damasceno] ha procurado a la Escolástica occidental ciertos conceptos fundamentales de la Lógica y la Ontología aristotélicas, así como también importantes elementos de la Psicología y Ética del Estagirita, y ha influenciado a través de ello en el proceso evolutivo de la filosofía medieval» (J. Hessen, Patristische und scholastische Philosophie [Breslau 1922] 41).

[16] „Besonders auffallend zeigt sich dieser Einfluß der griech. Väter im Anfange des 13 Jhts in der Gnadenlehre, welche hier auf einmal eine ganz andere Gestalt annimmt, als sie vorher unter u. bei Hugo hatte, u. zwar genau dieselbe, wie sei bei den griech. Vätern vorhanden war, weshalb denn auch später die Jansänisten die Scholastiker zugleich mit den griechischen Vätern des Pelagianismus bezichtigten“, «Particularmente sorprendente se muestra este influjo de los Padres griegos en los inicios del siglo XIII en la doctrina de la gracia, que aquí asume de repente una forma totalmente diversa a la que tenía en Hugo y bajo él, a saber, exactamente la misma que se trataba en los Padres griegos, por la cual los Jansenistas más tarde acusaron de Pelagianismo a la Escolástica juntamente con los Padres griegos» (J. Scheeben I, 423); «En effet, lorsqu’on lit avec attention son [Richard de S. Vict.] traité de la Trinité, on constate presque à chaque page l’influence grecque», «En efecto, cuando se lee con atención su tratado de la Trinidad [el de Ricardo de San Víctor], la influencia griega se constata casi a cada página» (Régnon, Etudes sur la s. Trinité, IV [Paris 1892] 240).

[17] M. Grabmann, Die Geschichte der scholastischen Methode, v. II (Freiburg im Br. 1911) 369 ss.

[18] Prof. L. Schütz, «Der hl. Thomas v. Aquin und sein Verständnis des Griechischen», en Phil. Jahrb. 8 (1895) 263-283.

[19] Apenas se puede responder con exactitud en qué medida Tomás dependa de los Padres griegos en cada una de sus partes, ya que las investigaciones científicas están en sus comienzos: J. Durantel, Saint Thomas d’Aquin et le Pseudos-Denys (Paris 1919); M. Duffo, «S. Jean Damascène, source de S. Thomas», en Bulletin de Littérature ecclésiastique (1906) 126-130; G. Bardy («Les sources patristiques grecques de S. Thomas», en Revue des scien. Phil. et theol. 4 [1923] 501 ss.) concluye: De los Padres griegos «Origène est habituellement réfuté. De saint Basile et de saint Jean Chrysostome seules les opinions cosmologiques occupent une place importante. Les vrais maîtres grecs du Docteur angélique sont Sain Jean Damascène e le Pseudo Denys», «Orígenes habitualmente es refutado. De san Basilio y de san Juan Crisóstomo ocupan un lugar importante sus opiniones cosmológicas. Los verdaderos maestros del Doctor angélico son San Juan Damasceno y el Pseudo Dionisio»). En cristología siguió a S. Cirilo de Alejandría. Tomás usó las versiones latinas, que estaban a su disposición, extrayendo muchas citaciones de los florilegios y comentarios (de Pedro Lombardo). También algunas obras las leyó por completo.

[20] C. G., IV, 76. Sobre el Purgatorio: cf. C. G., IV, 91; Ad cantorem Antiochenum, c. 9.

[21] „…Der Osten war der gebende, der Westen der empfangende Teil“, «El Oriente era la parte donante, el Occidente la parte receptora» (Otto Bardenhewer, Geschichte der altkirchlichen Literatur. III. [Freiburg i. Br. 1912] 6).

[22] Die griechische Sprache im Zeitalter des Hellenismus: Beiträge zur Geschichte und Beurteilung der Koinh. (Straßburg 1901).

[23] Rom und Romanismus im Zeitalter im gr. -römischen Osten (Leipzig 1906).

[24] Demetrios Kydones als Verteidiger u. Übersetzer des hl. Thomas v. Aquin. (Katholik 1915) 23.

[25] „Freilich das muß man sich von Anfang an vor Augen halten, daß das Lateinische und die abendländische Patristik für die griechische Theologie nie den Wert u. die Bedeutung besaß, den der Orient für den Westen hatte“, «Pero desde el inicio debemos tener a la vista que la Patrística latina occidental nunca tuvo para la teología griega el valor y el significado que el Oriente tenía para el Occidente» (o. c., 24).

[26] Cf. Josyf Slipyj, Die Trinitätslehere des byzantinischen Patriarchen Photios (Innsbruck 1921) 80.

[27] Esto aparece claramente de las citaciones de los teólogos bizantinos de Hergenröther, «In librum de Spiritu Sancto animadversiones historicae et theologicae», «Controversias históricas y teológicas en torno al libro sobre el Espíritu Santo» (PG 102, 399-542). Los argumentos especulativos han sido tomados de los escolásticos.

[28] Bartolomé el Exiguo († 1339) y Mequitar de Sebaste (fundador de los Mequitaristas) prepararon la versión armena de la Summa Theologica y del Contra gentes. Ignacio Ciantes († 1667) tradujo la Summa contra Gentes a la lengua hebrea, P. Ruglis tradujo al chino la Summa Theologica. Cf. Echard et Quetif, Scriptores Ordinis Praedicatorum (Lutetiae-Parisinorum 1719) 346-347; Kart Werner, Der hl. Thomas v. Aquino, Bd. I. (Regensburg 1858) 882-884.

[29] Cf. Ehrhard in Krumbacher, Geschichte der bys. Litteratur (München 21897), 94. «In Cod. Vindob. gr. theol. 102 (Lamb. 258) f. 18, antithesis est Matthaei quaestoris contra Thomas Aquinatem», «En el códice Vindob. gr. theol. 102 (Lamb. 258) f. 18, hay una antítesis del cuestor Mateo contra Tomás de Aquino» (I. Hergenröther, Animadversiones PG 102, 412, not. 33).

[30] Algunas de sus obras están editadas en PG 147 y 161, 309-317. Ehrhard duda si Planudes tradujo la Summa de Tomás. „Die Übersetzungstätigkeit des Maximos, welche noch einige Schriften des Boëthius, vielleicht auch des Thomas v. Aquino Summa theologica umfaßte, weisen ihm eine eigenartige Stellung in der byzantinischen Literarturgeschichte zu. Er ist der erste Byzantiner, der die lateinische Theologie einer näheren Aufmerksamkeit würdigt“, «La actividad de Máximo como traductor, que comprendió incluso algunos escritos de Boecio, quizás también de la Summa Theologica de Tomás de Aquino, le señalan en una particular posición en la historia de la literatura bizantina. Es el primer bizantino que honra a la teología otorgándole una mayor atención» (o. c., 99). Sin embargo Harles (en el Migne) parece que sostiene como cierta la afirmación de que Planudes realmente tradujo la Summa de Tomás al griego: «Thomas Aquinatis primae partis Summae cuestiones 49. Priores translatae per Maximum Planudem. Oxon. in cod. Barocc. 65, ad quem confector mss. Angliae etc. vol. I. p. 7, «Primeras 49 cuestiones de la primera parte de la Suma de Tomás de Aquino. Las más importantes traducidas por Máximo Planudes, Oxford, en el codice Barocc. 65, para lo cual el confeccionador de manuscritos en Inglaterra, etc.». — «El mismo libro, dice, — avnepi,grafoj (“sin título”). También es atribuido a Planudes en el catalogo impreso; desconozco cuál sea su autor. Que Demetrio Cidonio tradujo un libro del Aquinate lo atestigua Posevino… [tomándolo] simplemente de Montfaucon, en Bibl. Bibliots. mss., p. 505. E. Mediolani en un códice de la biblioteca Ambrosiana dice que es de S. Tomás de Aquino la Expositio orthodoxae fidei, en griego, traducida por Máximo Planudes» (PG 147, 971).

[31] Cf. A. Palmieri, «Cydonius Démetrius (XIV–XV s.)», en Diction.d. théol. Cath. III, 2454-58; Ehrhard, o.p. 102-103 y 487 ; M. Rackl, o. c.; Ph. Meyer, «Kydones Demetrios» R. E. f. pr. Th. u. K. XI (Leipzig 1902) 191; Juraj Pavić, «Dimitrije Kydones, grĕki teolog, XIV vijeka», en Bogosl. Smotra (1924) 14-29, 209-224. Algunas de sus obras se publicaron en PG 154, 825-1216.

[32] Cf. la nota en el Cod. Vat. Gr. 616, fol. 313v. El Cod. 1236 (Biblioth. Nacional Anc. fonds gr. Paris) fol. 523 contiene la inscripción: Pi,nax tou/ a`gi,ou Qwma/ tou/  vAki,nou kata. Grai,kwn bibli,a te,ssara, «Índice de los cuatro libros en griego de santo Tomás de Aquino».

[33] «Die griechische Übersetzung der Summa theologiae des hl. Thomas v. Aquin», en Byz. Zft 24 (1923) 48-60. …»

[34] La traducción se titula de modo variado. Cod. 146, Bibl. S. Mar. Vent: Tou/ sofwta,tou Qwma/ qeologikh/j pragmatei,aj, «Estudio teológico del sapientísimo Tomás»; Cod. Vat. Gr. 1924: Tou/ a`gi,ou Qwma/ tou/ VAkuina,tou( tou/ avgge,likou/ didaska,lou/( th/j qeologikh/j suno,fewj me,roj… zh,thma… a;rqron, «De la Suma Teológica de santo Tomás de Aquino, angélico maestro, parte… cuestión… artículo…»). De Cidonio queda una traducción del Ad Cantorem Antiochenum (Dia,lhyij peri. tw/n lo,gwn th/j pi,stewj evkdoqei/sa parV avdelfou/ Qwma/ evk tou/ ya,lthn VAntioce,a; Cod. Venet. 147, fol 1–14-v) y del Sermón IV de la fiesta de Corpus Christi (tou/ makari,ou Qwma/ tou/ nte. Vaki,nw evgkw,mioj eivj to. sw/ma tou/ kuri,ou…, «Panegírico del bienaventurado Tomás de Aquino sobre el Cuerpo del Señor»; Cod. Escurial. Y IV 22, fol. 22–24-v. Cf. Pavić, o. c., 217-218.

[35] … [Wspe,r tina a;timon h’ pai,da tw/n a;rti foitw,ntwn u`po. tou/tou sugcwrh/sai katagela/@s#tai a;ndra tosou/ton sofi,a| te. kai. avreth/| kai. th/| peri. to.n qei/on lo,gon mele,th| ouv tou.j evfV h`mw/n mo,non, avlla. kai. tw/n evpi. Qeologi,a| pa,lai bebohme,nwn pollou.j avpokru,yanta, «… el permitir que por éste sea ridiculizado, como alguien insignificante (infame, sin prestigio) o un mocosuelo de los que ahora andan merodeando, un hombre tan grande en sabiduría, y también en virtud y en celo por la palabra divina, no sólo no desconocido por muchos de nosotros sino desde hace tiempo uno de los más nominados en teología»; Cod. Vat. gr. 1103. fol.1-r. (Pro.j tou.j tou/ Kaba,sila evle,gcouj kata. tw/n peri. th/j evkporeu,sewj tou/ a`gi,ou pneu,matoj kefalai,wn tou/ makari,ou Qwma/, Contra las censuras de Kabasilas a los capítulos del bienaventurado Tomás sobre la procesión del Espíritu Santo).

[36] Su,ggramma tou/ makari,tou kuri,ou Dhmhtri,ou tou/ Kudw,nh peri. th/j evkporeu,sewj tou/ a`gi,ou pneu,matoj pro.j ti,na tw/n fi,lwn evro,menon peri. tou,to, «Escrito del beatísimo señor Demetrio Cidonio sobre la procesión del Espíritu Santo en respuesta a uno de sus amigos acerca de este tema»; cf. PG 154, 864-957; Cod. Vind. theol. Gr. 260, fol. 1-20 (Contra este opúsculo combate Demetrio Chrysoloras [PG 149, 683]). — Lo,goj eivj to.n euvaggelismo.n th/j u`peragi,aj Qeoto,kou, «Discurso sobre la anunciación de la santísima Madre de Dios»; Cod. Barocc. 90, fol. 102-131.

A Demetrio se atribuye también: Bi,oj tou/ evn a`gi,oij evk patro.j h`mw/n kai. didaska,lou Qwma/ tou/ VAkoui,no, «Vida de nuestro padre [santo] entre los santos y de nuestro maestro Tomás de Aquino»; Cod. Nap. II., c. 30, fol 38-40; cf. PG 154. 831. Pavić, l. c., 223-224.

[37] Cod. Nap. II. C. 23. Cf. Krumbacher, Gesch. d. Byz. Lit., 678.

[38] VEklogh. th/j prw,thj tw/n hvqikw/n tou/ sofwta,tou Qwma/ nde VAki,no, «Égloga del primer libro de la Ética del sapientísimo Tomás de Aquino»; Cod. Vat. Gr. 433, fol. 81-r 179-v. M. Grabmann observa: „Allenthalben bemerkt man die sichere Hand eines, der den Stoff durchdrungen hat u. ihn vollauf beherrscht. Hilfsmittel des Thomas-studiums aus alter Zeit“, «Por todos lados se nota la mano de uno que ha profundizado la materia y la domina de corrido. Un instrumento del estudio tomista de todo tiempo» (Abdruck, Divus Thomas I [Freiburg 1923] 26).

[39] Tou/ Qwma/ peri. diafora.j ouvsi,aj kai. tou/ ei=nai( e`rmeneuqe.n kai. pro.j th.n ~Ella,da metenecqe.n glw/ttan para. Gewrgi,ou tou/ Scolari,ou, «De Tomás, Acerca de la diferencia entre esencia y ser, traducido y transportado a la lengua Grecia por Jorge Skolarios»; Cod. Bibl. Pal. Vindob. Hist. gr. 128, fol. 73-r-92-v. Peri. tw/n sofisma,tw/n evk tou/ Filosofou/ Qwma/, «Sobre los sofismas del filósofo Tomás»; Cod. Pal. gr. 235. Cf. S. Sálaville, Gennade Scholarios, en Échos d’Orient (1924) 129-136. El «De aeternitate mundi» fue traducido por el monje Procuro, hermano de Gennadio: Tou/ makari,ou Qwma/ avpo. tou/ VAkoui;,nou u`pe.r th/j tou/ ko,smou avi?dio,thtoj, «Sobre la eternidad del mundo, del bienaventurado Tomás de Aquino»; Cod. Vat. gr. 1102, fol. 139-r-142-v.

[40] Ei;qe( Qwma/( mh. h=sqa gegonw.j evn th/| du,sei avllV evn th/| avnatolh/|( i[na h=sqa ovrqo,doxoj kai. i[na evfro,neij kai. peri. th/j evkporeu,sewj tou/ a`gi,ou pneu,matoj ovrqw/j( w`j peri. kai. tw/n a;llwn kalw/j le,geijÅÅÅ Ou-toj sofo.j plh.n tou/ ei=nai Lati/noj kai. Barlaami,thj ma/llon kai. o` Ba,rlaam Qwmai,thj h=n kai. Lati/noj ta. avlla. qauma,sioj, «¡Oh Tomás, si tú no hubieses nacido en Occidente sino en Oriente, para que fueses ortodoxo y pensases correctamente sobre la procesión del Espíritu Santo, así como hermosamente discurres también acerca de otras cosas!… Éste era un sabio, ¡lástima que fuese latino y mucho más barlaamita que lo que Barlaam era tomista y latino!; por el resto es admirable»; Cod. gr. 1237. Bil. Nation. Par. Cf. Cod. Vat. Gr. 433, en M. Rackl, «Eine griechische Abbreviatio der Prima Secundae des hl. Thomas v. Aquin», Divus Thomas 9 (1922) 52.

[41] Cf. Ehrhard, o. c., 120. PG 160, 304, VAlla. kairo,j evstin evpiske,yasqai( w= Euvlogie( eiv bou,lei( ta. Lati,nwn didaska,loij toi/j newte,roij peri. th/j tou/ a`gi,ou pneu,matoj evkporeu,sewj hvporhme,ka toi/j te a=lloij kai. tw/| Qwma/ kai. tw/|/ Sko,tw, «Pero es tiempo de investigar, oh Eulogio, si lo deseas, las cuestiones disputadas entre los nuevos maestros latinos acerca de la procesión del Espíritu Santo, y entre otros, en Tomás y en Escoto»).

[42] Cf. «Refutatio Marci Eph.»; PG 161, 53-61.

[43] PG 152, 711.992. „…Es ist der erste Versuch einer systematischen Dogmatik nach dem Muster der abendländischen Scholastik“, «Es el primer intento de una dogmática sistemática después del modelo de la Escolástica occidental» (Ehrhard, o. c., 107).

[44] Cf. S. Vailhé, «Calécas», Dict. de théol. cath. II, 1332-1333; Ehrard, o. c., 111.

Se pueden aducir otros ejemplos: «Cum quidquid movetur, ab alio moveatur, dum exquirimus istud etiam, ac illud quis moevat, longo tandem processu, necesse est ut ad rem aliquam veniamus, quae moveat quidem reliqua, ipsa vero a nullo moveatur. Primus enim motor immobilis est ; hicque adeo unus Deus est, quo nihil prius intelligatur. Igitur hinc quoque concludimus, Deum immobilem esse et immutabilem, infinita virtute seu potentia praeditum», «Puesto que todo lo que se mueve es movido por otro, mientras indagamos aún más esto y aquel algo que lo mueve, al cabo de un largo proceso es necesario que lleguemos a algo que ciertamente mueva las demás cosas, que a su vez no sea movido por ninguno. En efecto el primer motor es inmóvil; y éste justamente es el único Dios, antes del cual nada se concibe. Por lo tanto, de aquí también concluimos que Dios es inmóvil e inmutable, adornado de infinita virtud o poder» (De fide deque principiis catholicae fidei: PG 152, 442 A). En el capítulo VI compara brevemente la evolución de la vida sobrenatural con la vida natural siguiendo la doctrina de Tomás (S. Th. III. q. 65. a. 1.): que esta vida sobrenatural es comunicada a los hombres a través de signos sensibles (diV aivsqhtw/n). Para el crecimiento y fomento de la vida social está el bautismo, la confirmación (tou/ mu,rou cri,sewj), etc. (PG 152, 597). — Igualmente se muestra escolástico en la explicación del término «noción» (Contra Graecorum errores: PG 152, 135) y en la defensa del axioma que afirma que si todas las cosas son uno no se evidencia una oposición de relación (ib. 144).

[45] PG 161, 196.

[46] PG 161, 200.

[47] Cf. Hergenröther, Animadvers. (PG 102, 510 not. 89).

[48] Qwma/j o` tw/n Lati,nwn dida,skaloj («Tomás, el maestro de los latinos»): PG 161, 53-60, 109, 189.

[49] PG 161, 168-173. Cf. Й. Сліпий, Фотій i Filioque (J. Slipyj, Focio y el Filioque) Нива (Nyva) (1923) 134.

[50] «Refutatio Marci Eph.»: PG 161, 196 D.

[51] PG 161, 493-495.

[52] Ib. 501.

[53] Eivj th.n peri. yuch/j pragmatei,an vAristote,louj evxh,ghsij tou/ Qwma/?, «Comentario de Tomás al De Anima de Aristóteles»; Cod. Pal. gr. 235; fol. 33-r-201-v. Cf. Ehrhard, o. c., 101-102. De Wulf, Histoire de la philosophie médiévale (Louvain- Paris 1912) 571 ss.

[54] PG 154, 839 not. 1; Erhard, o. c., 43; Pavić, Bog. Sm. (1924) 15-17. vOfqalmoi/j swmatikoi/j lhpto.n gi,netai, «Con los ojos corporales se llega a lo comprensible»): así Palamas en Calecas, De essentia et operatione (PG 152, 324 C).

[55] PG 151, 1247 ss.

[56] C. G. I, 16 y PG 151, 1197 c. 3.  [Oti ouvk e;stin evn tw/| qew/| du,namij paqhtikh,, «Que en Dios no hay potencia pasiva») Igualmente en C. G. I, 22 y c. 4:  [Oti h` ouvsi,a tou/ Qeou/ evstin to. ei=nai auvtou/, «Que la esencia de Dios es su ser».

[57] Metrop. Andr. Szeptyckyj, Arch. D. S. C. de prop. f. II. vol. 337. fol. 237. Ucrain. Mus. nat. Leopol. Nr. 16121/17.

[58] Lázaro Baranovyč y Melecio Smotryckyj frecuentaban la Academia de Vilno (fundada en 1578). En Roma, en el Colegio de S. Atanasio, estudiaban Joasaph Krokovskyj (profesor en la Academia de Kiev entre 1689-1693), Teófanes Procopovyč (1711-1715), y otros.

[59] Es digno de notar que de la biblioteca quemada de P. Mohyla (1658 y 1665), de Tomás sobrevivió el libro «De sacramentiis», firmado por la mano misma del Metropolita. Cf. Макарій Булгаковъ, Исторія кіевской акадeміи. Санктпетербургъ, Makarij Bulgakov, Istorija Kiewskoj Akademin (Historia de la Academia de Kiev), (1843) 61.

[60] »…Авторитетъ Өоми Акв. ставился виcше другихъ« (Д. Bишневcкій, Кіевcкая Aкадeмія въ первой половиѣ XVIII cт. [Кіевъ 1903] 218), «…La autoridad de Tomás de Aquino se ponía por encima de la de los demás» (D. Vyšnevskij, Academia Kieviana, prima mitad del siglo XVIII [Kiev 1903] 218).

[61] Bibl. Monaster. S. Michaelis Kiev. Cod. Nr. 1706.

[62] Bibl. Kiov. Sem. Cod. VIII. 1, 62 y VIII. I. 44. Cf. Макарій Булгаковъ, Истор. Kіевской Aкадeміи (Makarij Bulgakov, Historia de la Academia di Kiev).

[63] Bibl. Kiev. Acad. Cod. J. 11. 66. 7. fol. 86.

[64] Georg. Konyskij habla despreciativamente de estos comentarios »на cмѣтяхъ интерпретовъ« («sobre la basura de los intérpretes») [N. del trad.: Por el contexto de la obra citada, el sentido de esta expresión paleo eslava sería también: «basureando, burlándose, rechazando o ignorando a los intérpretes»]. Vyšnevskij, 175.

[65] Bibl. Kiov. Eccl. Sophiae, Cod. 221.

[66] Cf. Ъулгаковъ, И. K., 137 (Bulgakov, Historia de la Academia di Kiev, 137). El libro escolar de los años 1642-46 está dividido completamente de acuerdo a la Summa Theologica de S. Tomás; ib. 69. »Значитъ для cоcтавленія cвоихъ лекцій по богоcловю профеcора Kіевской Aкадeміи, помимо Өоме Aквината, знакомились, повидимону, со всею католечиcкою богоcловю наукою, развившеиюcя поcлѣ Aквината по XVII. ст. включительно.« Вишневcкій 210-211) («Entonces para la composición de sus lecciones de teología los profesores de la Academia de Kiev, además de Tomás de Aquino, evidentemente tenían conocimiento de toda la ciencia de teología católica, que se desarrollaba después del Aquinate hasta el siglo XVII inclusive»; Vyšnevskij, 210-211). »У учителей богоcловія между которыми оcобенно cлавилcя Іоакаф Кроковcій были подъ руками руководcтвнныя книги Петра Льомбарда, Өоме Aквината, Дунcа Ското і другихъ и по нимь они cоcтавляли cвои уроки.« Ваcилій Пѣвницкій – Рѣчь о cудьбахъ богоcловcкой науки въ нашемъ отечеcтвѣ. Труды Кіев. Дух. Aкад. Кіевъ 1869. т. IV. cт. 160-161, «Los profesores de teología, entre los cuales era famoso sobre todo Ioakaf Krokovskyj, usaban los manuales de enseñanza de Pedro Lombardo, Tomás de Aquino, Duns Scoto y otros, y sobre ellos componían sus lecciones» (Vasylij Pivnytskij, Discursos sobre el destino de la ciencia teológica en nuestra patria, Obras de la Academia Teológica [Kiev 1869] t. IV, 160-161).

[67] Cf. Palmieri, Theol. Orth., 158.

[68] «Se introdujo novedosamente la opinión errónea de algunos que sostenían que la conversión eucarística se realiza no por las palabras de Cristo “tomad y comed: esto es mi cuerpo”, sino por la oración del sacerdote consagrante y por las palabras de S. Basilio: “Haz, Señor, a este pan honorado el cuerpo de tu Hijo…”» (Bibl. Kiev. Eccl. Soph. Cod. 219. fol. 2). Cf. Вишневcкій (Vyšnevskij), o. c., 223.

[69] «La Virgen Madre de Dios en ninguna manera, ni siquiera por un instante, contrajo el pecado original. Así la sacrosanta Iglesia Oriental y más aún la occidental» (Bibl. Kiev. Eccl. Soph., Cod. 221, fol. 205; Cod. 219, fol. 104).

[70] Cf. Др. Кирило Студинcький, Памятки полемічного пиcьменcтва кінця XVI і поч. XVII в. т. 1. Львів 1906 (Памятки укp. pycької мови і літ. T. 5) 264. 284, Dr. Cirilo Studynskyj, Recuerdos de la literatura polémica de fines del siglo XVI e inicio del XVII, t. 1, Leopoli 1906; (Recuerdos de la lengua y la literatura rus’ ucraniana, t. 5) 264. 284.

[71] »Чи згожаeшcя зъ cвоимъ Томашемъ Aквініотомъ, котоpый, pеченые Уpбaновы cлова выкладаючн, твеpдитъ, же cвятокупcтво дѣетcя такъ пpезъ даючого, яко и пpезъ беpучого pѣчи, цеpковиые взглядомъ пpичины, лаcки, пpихильноcти, поcлyги, даткy, — а згода учинкy вcякого, тѣломъ выконаного, и даpy вcякого, котоpый на пѣpнязѣ можетъ ошацованый.« Памятки полемичеcкой литеpатyы въ Западной Pycи Ки. II. (Pyccк. Истор. библіот. т. 7). Пѣтеpбypгъ 1882, 1616 («Si estás de acuerdo con tu Tomás de Aquino, el cual enseñando las palabras pronunciadas por Urbano, afirma que se comete simonía ya sea por lo dado como por lo recibido; así, desde el punto de vista eclesial, a causa de una prebenda, un favor, un servicio, una donación, por cualquier acto ejercitado corporalmente y cualquier beneficio mostrado para recibir el honor»; Recuerdos de la literatura polémica en la Rus Occidental, libro 2 [Biblioteca de Historia Rusa, t. 7] Petersburgo 1882, 1616) [N. del trad.: El texto aquí citado en lengua paleo eslava alude a la cuestión: Si la simonía venga cometida en los tres modos que determina el Papa Urbano: In IV Sent., dist. 25, q. 3, a. 3].

[72] Theol. Orth. 165, o.c., 171. Пѣвникій (Pyvnykij), o. c., 171.

[73] »Bмѣcто yчиныхъ малоpоccовъ, заподозpѣнныхъ въ шаткоcти мыcли, въ шоcколy пpизванье были Гpеки Лихyды.« Пѣвникіцй, o. c., 172, «Al puesto de los estudiosos “parvo rusos”, sospechados de pensamiento fluctuante, a la Academia fueron llamados los griegos Lijuda»). Simeón Polockyj gozaba de autoridad porque el emperador había sido su discípulo. No obstante su «corona de fe» (»Bинецъ виpы«) fue prohibido, a causa de «las calumnias inventadas por Escoto, Aquino y Anselmo y símiles herejías» (»потомy что cплетенъ изъ вымешлиній Cкотовихъ, Aквыновыхъ, Aнcелмовыхъ и тѣмъ подобныхъ еpетичеcкихъ блядоcловій«). A Silvestre Medvedev le fue impuesta una penitencia. Los teólogos de Moscú fueron obligados a hacer una profesión: «que si ellos hubiesen escrito algunas palabras engañosas, mortíferas [lit. “asesinas de almas”], eso derivaba de los libros de Kiev, de las vanidades de los latinos, como los nuevos libros de Kiev lo afirman» (»что еcли пиcали дyшегyбитeльнихъыя, обманныя cловеcа, то это пpоизошило отъ кнгиъ кіевcкихъ, отъ пpелеcти латинкія. eже кіевcкія новыя книги yтвеpжадаютъ«, ib. 171).

* Un especial agradecimiento a cuantos me ayudaron a traducir este artículo y sus notas, especialmente a los seminaristas y religiosas eslavos de la familia religiosa del Instituto del Verbo Encarnado por la versión de las notas en paleo eslavo, ruso y ucraniano; también al P. Fernando Bravo, misionero por varios años en Ucrania, que me dio a conocer este artículo y su importancia, como asimismo a los profesores de lenguas clásicas del Centro de Altos Estudios «San Bruno de Segni», Hna. María del Fiat Miola, SSVM., y P. Miguel Pertini, VE, que revisaron y corrigieron atentamente la traducción y los borradores.

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