EPÍLOGO Ahora, después de que, con el auxilio de la divina gracia, ha sido rechazada la difamación de hombres perversos, queda bien claro que no hay condena alguna para quienes viven en Cristo Jesús, los cuales no se guían por lo carnal (Rom 8,1.4), sino que, cargando con la cruz del Señor, se consagran a obras espirituales, despreciando apetencias de la carne. Habría lugar a decir otras muchas cosas, replicando a los susodichos calumniadores. Sea Dios quien los juzgue, pues … Sigue leyendo EPÍLOGO
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