CAPÍTULO LV: El entendimiento creado no capta totalmente la substancia divina

CAPÍTULO LV

El entendimiento creado no capta totalmente la substancia divina

Mas como la modalidad de cualquier acción responde a la eficacia de su principio activo -pues una cosa calienta más cuanto más poderoso es su calor-, es preciso también que la modalidad del conocimiento responda a la eficacia del principio de conocer.

Ahora bien, dicha luz (c. 53) es cierto principio de conocimiento divino, puesto que por ella es elevado el entendimiento creado para ver la substancia de Dios. Luego es menester que la modalidad de la visión divina se mida por la virtud de dicha luz. Pero dicha luz está muy lejos de poderse comparar con la claridad del entendimiento divino. Así, pues, es imposible que con esta luz se vea la substancia divina tan perfectamente como la ve el entendimiento divino. El entendimiento divino la ve tan perfectamente como perfectamente visible es, pues la verdad de la substancia divina y la claridad del entendimiento divino son iguales, mejor dicho, son una sola cosa. Es, pues, imposible que el entendimiento creado vea con dicha luz tan perfectamente la substancia divina como es perfectamente visible. Ahora bien, todo lo que es comprehendido por un cognoscente es conocido por él tan perfectamente como cognoscible es; por ejemplo, quien conoce que el triángulo tiene tres ángulos iguales a dos rectos (como algo opinable por una razón probable, según dicen los científicos), todavía no lo comprehende; lo entiende, sí, aquel que lo conoce por la causa -que es el medio- como algo cognoscible. Luego es imposible que el entendimiento creado capte totalmente la substancia divina.

La virtud finita no puede igualar con su operación a un objeto infinito. La substancia divina, comparada con el entendimiento creado, es algo infinito, porque todo entendimiento creado está dentro de los límites de una especie. Es imposible, pues, que la visión de un entendimiento creado sea adecuada para ver la substancia divina, es decir, viéndola tan perfectamente como visible es. Luego ningún entendimiento creado la capta totalmente.

Un agente obra perfectamente cuando participa perfectamente la forma, que es principio de operación. Mas la forma inteligible por la que se ve la substancia divina es la misma esencia divina; la cual, aunque se hace forma del entendimiento creado, sin embargo, no es recibida por él tanto cuanto puede serlo. Luego no la ve tan perfectamente como ella es visible. Por tanto, el entendimiento creado no la capta totalmente.

Lo comprendido nunca rebasa los términos de aquello que lo comprende. Si, pues, el entendimiento creado comprendiese la substancia divina, ésta no rebasaría los términos del entendimiento creado; lo cual es imposible. Luego no es posible que el entendimiento creado comprenda totalmente la substancia divina.

Al decir que la substancia divina es vista, pero no comprendida, por el entendimiento creado, no se quiere dar a entender que ve algo de ella y que algo no lo ve, porque la substancia divina es absolutamente simple, sino que el entendimiento creado la ve, aunque no tan perfectamente como es visible; tal como decimos que quien opina conoce una conclusión demostrativa, pero no la comprende; pues no la conoce perfectamente, es decir, científicamente, aunque no le quede parte de ella por conocer.

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