SOBRE LA COMBINACIÓN DE LOS ELEMENTOS, AL MAESTRO FELIPE DE CASTROCAELI

INTRODUCCIÓN

La autenticidad de este opúsculo nunca ha sido puesta en duda y tanto su redacción como su estructuración lógica ponen de manifiesto que procede, evidentemente, de la pluma del Aquinate. La fecha de su composición, de acuerdo con Mandonnet, puede ubicarse aproximadamente entre los años 1269-1272, en los que Santo Tomás se encontraba en París, inmerso en las polémicas sobre la unicidad de la forma sustancial.

De hecho el problema central de este breve trabajo -cuál es el modo de existencia de los elementos en el cuerpo mixto- fue objeto de una áspera disputa entre los partidarios de la pluralidad de formas y Tomás. El interés del De mixtione elementorum radica en que constituye un punto de llegada en la evolución del pensamiento tomasiano sobre esta cuestión, desde sus primeras posiciones -que oscilaban entre Avicena y Averroes-, hasta su abierta superación de ambos filósofos árabes.

La cuestión filosófica que aquí se debate guarda una profunda actualidad. Pues si bien los cuatro elementos de los que hablaban los antiguos hoy dan paso a una cantidad mucho mayor de sustancias elementales en la física contemporánea, sean cuales fueren esos cuerpos simples de los que se componen los demás cuerpos, siempre será posible preguntarse por el tipo de existencia que poseen en el compuesto, y de acuerdo con la respuesta que se dé a esa pregunta, los cuerpos compuestos serán entendidos o bien como verdaderas sustancias con unidad y especificidad propia o bien como un mero agregado de elementos inmodificables en sí mismos.

Santo Tomás busca la solución a este problema mostrando la imposibilidad de las respuestas proporcionadas por los otros autores y explicitando hasta sus últimas consecuencias la teoría hilemórfica de Aristóteles. Para él las formas sustanciales de los elementos no permanecen en acto en el compuesto ni tampoco se corrompen absolutamente, sino que subsisten virtualmente, en la medida en que sus cualidades son susceptibles de una mayor o menor intensidad y pueden llegar a un término medio cuando se produce la combinación de dos sustancias corpóreas.

Según la referencia que aparece en algunos catálogos de obras del Aquinate, el tratado De mixtione fue escrito a pedido del maestro Felipe de Castrocaeli, profesor de medicina en Bolonia y más tarde en Nápoles. Si se tiene en cuenta el papel que jugaba en la medicina antigua la teoría de los cuatro elementos y sus cualidades (virtutes) -la cual influía sobre la manera de entender el equilibrio de los humores en el cuerpo-, no es de extrañar el interés de este médico medieval por contar con una sólida exposición de su colega y compatriota sobre el asunto.

Señalemos por último que nuestra traducción ha seguido el texto establecido por la edición leonina, tanto en este caso como en el del opúsculo Sobre las operaciones ocultas de la naturaleza, teniendo en cuenta también las ediciones de Parma, Marietti y Vives.

TEXTO BILINGÜE

Dubium apud multos esse solet quomodo elementa sint in mixto. Muchos suelen dudar sobre el modo de existencia de los elementos en el mixto.
Videtur autem quibusdam quod, qualitatibus actiuis et passiuis elementorum ad medium aliqualiter reductis per alterationem, forme substantiales elementorum manent: si enim forme substantiales non maneant, corruptio quedam elementorum esse uidebitur et non mixtio. A algunos les parece que las formas sustanciales de los elementos permanecen luego de que las cualidades activas y pasivas de los elementos han sido reducidas a un cierto término medio por alteración: pues si las formas sustanciales no permanecieran, parecería que se produce una cierta corrupción de los elementos y no una combinación.
Rursus, si forma substantialis corporis mixti sit actus materie, non presuppositis formis simplicium corporum, simplicia corpora elementorum rationem amittent. Est enim elementum ex quo componitur aliquid primo, et est in eo, et est indiuisibile secundum speciem; sublatis enim formis substantialibus, non sic ex simplicibus corporibus corpus mixtum componetur quod in eo remaneant. A su vez, si la forma sustancial del cuerpo mixto fuese acto de la materia sin estar presupuestas las formas de los cuerpos simples, éstos perderían su carácter de “elementos”. Pues “elemento” es aquello de lo cual algo se compone primeramente, y que está en él, y es indivisible según la especie. Suprimidas las formas sustanciales, pues, el cuerpo mixto no se compondría en ese caso de cuerpos simples que permanecieran en él.
Est autem impossibile sic se habere. Impossibile est enim materiam secundum idem diuersas formas elementorum suscipere; si igitur in corpore mixto forme substantiales elementorum saluentur, oportebit diuersis partibus materie eas inesse. Materie autem diuersas partes accipere est impossibile nisi preintellecta quantitate in materia, sublata enim quantitate substantia indiuisibilis permanet, ut patet in I Phisicorum; ex materia autem sub quantitate existente et forma substantiali adueniente corpus phisicum constituitur: diuerse igitur partes materie formis elementorum subsistentes plurium corporum rationem suscipiunt. Multa autem corpora impossibile est esse simul; non igitur in qualibet parte corporis mixti erunt quatuor elementa: et sic non erit uera mixtio, sed secundum sensum, sicut accidit in aggregatione corporum insensibilium propter paruitatem. Ahora bien, es imposible que esto tenga lugar de ese modo. Pues es imposible que la materia reciba las diversas formas de los elementos bajo el mismo aspecto. Por lo tanto, si se salvaguardaran las formas sustanciales de los elementos en el cuerpo mixto, sería necesario que ellas estén presentes en diversas partes de la materia. Pero es imposible que la materia tenga partes diversas si no se concibe previamente la cantidad en la materia, pues suprimida la cantidad, la sustancia permanece indivisible, como se muestra en el libro I de la Physica. Ahora bien, el cuerpo físico se constituye a partir de la materia que existe bajo la cantidad y de la forma sustancial que le adviene. Por lo tanto, las diversas partes de la materia que subsisten mediante las formas de los elementos quedan determinadas como una pluralidad de cuerpos. Pero, es imposible que haya muchos cuerpos en un mismo lugar. En consecuencia, los cuatro elementos no estarán en cualquier parte del cuerpo mixto y así no habrá verdadera combinación, sino sólo según la percepción sensible, como ocurre en el caso de la yuxtaposición de cuerpos imperceptibles por su pequeñez.
Amplius, omnis forma substantialis propriam dispositionem in materia requirit, sine qua esse non potest: unde alteratio est uia ad generationem et corruptionem. Impossibile est autem in idem conuenire propriam dispositionem que requiritur ad formam ignis, et propriam dispositionem que requiritur ad formam aque, quia secundum huiusmodi dispositiones ignis et aqua sunt contraria; contraria autem impossibile est esse in eodem: impossibile est igitur quod in eadem parte mixti sint forme substantiales ignis et aque. Si igitur mixtum fiat remanentibus formis substantialibus simplicium corporum, sequitur quod non sit uera mixtio sed solum ad sensum, quasi iuxta se positis partibus insensibilibus propter paruitatem. Además, toda forma sustancial requiere una disposición propia en la materia, sin la cual no puede existir. Por eso la alteración es una vía a la generación y la corrupción. Ahora bien, es imposible que en lo mismo convengan la disposición propia que se requiere para la forma del fuego y la disposición propia que se requiere para la forma del agua, porque de acuerdo con tales disposiciones el fuego y el agua son contrarios. Pero es imposible que los contrarios se den en lo mismo. Por lo tanto, es imposible que en la misma parte del mixto estén las formas sustanciales del fuego y el agua. En consecuencia, si el mixto se produjera de tal manera que las formas sustanciales de los cuerpos simples permanecieran en él, se sigue que no sería una verdadera combinación, sino sólo según la percepción sensible, como si las partes estuvieran puestas unas al lado de las otras, imperceptibles por su pequeñez.
Quidam autem utrasque rationes uitare uolentes, in maius inconueniens inciderunt: ut enim mixtionem ab elementorum corruptione distinguerent, dixerunt formas substantiales elementorum aliqualiter remanere in mixto. Sed rursus, ne cogerentur dicere esse mixtionem ad sensum et non secundum ueritatem, posuerunt quod forme elementorum non manent in mixto secundum suum complementum sed in quoddam medium reducuntur; dicunt enim quod forme elementorum suscipiunt magis et minus et habent contrarietatem ad inuicem. Sed quia hoc manifeste repugnat communi opinioni, et dictis Aristotilis dicentis in Predicamentis quod substantie nichil est contrarium et quod non recipit magis et minus, ulterius procedunt, dicentes quod forme elementorum sunt imperfectissime, utpote materie prime propinquiores; unde sunt medie inter formas substantiales et accidentales, et sic, in quantum accedunt ad naturam formarum accidentalium, magis et minus suscipere possunt. Ahora bien, queriendo evitar ambos argumentos, algunos cayeron en un inconveniente mayor. Pues para distinguir entre la combinación y la corrupción de los elementos dijeron que las formas sustanciales de los elementos permanecen de algún modo en el mixto. Pero, nuevamente, para no verse forzados a decir que se trataba de una combinación según la percepción sensible y no según la verdad, sostuvieron que las formas de los elementos no permanecen en el mixto según su ser completo sino que son reducidas a un cierto término medio. Pues dicen que las formas de los elementos admiten el más y el menos y que tienen contrariedad entre sí. Pero, dado que esto repugna manifiestamente la opinión común y las afirmaciones de Aristóteles -quien dice en las Categorías que nada es contrario a la sustancia y que no es susceptible de más y menos-, van aún más lejos afirmando que las formas de los elementos son imperfectísimas, en cuanto más cercanas a la materia prima; por lo cual son intermedias entre las formas sustanciales y las accidentales, y así pueden recibir el más y el menos en la medida en que se aproximan a la naturaleza de las formas accidentales.
Hec autem positio multipliciter improbabilis est. Primo quidem quia esse aliquid medium inter substantiam et accidens est omnino impossibile: esset enim aliquid medium inter affirmationem et negationem. Proprium enim accidentis est in subiecto esse, substantie uero in subiecto non esse; forme autem substantiales sunt quidem in materia, non autem in subiecto: nam subiectum est hoc aliquid; forma autem substantialis est que facit hoc aliquid, non autem presupponit ipsum. Ahora bien, esta posición es improbable por muchas razones. En primer lugar, sin duda, porque es absolutamente imposible que exista algo intermedio entre la sustancia y el accidente: pues existiría un término medio entre la afirmación y la negación. Pues lo propio del accidente es estar en un sujeto, mientras que lo propio de la sustancia es no estar en un sujeto. Ahora bien, las formas sustanciales están ciertamente en la materia, pero no en un sujeto: pues el sujeto es un algo determinado, y la forma sustancial es la que produce ese algo determinado, pero no lo presupone.
Item ridiculum est dicere medium esse inter ea que non sunt unius generis, ut probatur in X Metaphisice, medium enim et extrema ex eodem genere esse oportet; nichil igitur medium esse potest inter substantiam et accidens. Del mismo modo, es ridículo decir que existe un término medio entre aquellas realidades que no se encuentran en el mismo género, como se prueba en el libro X de la Metaphysica, ya que es necesario que el medio y los extremos sean del mismo género. Por lo tanto, no puede existir nada intermedio entre la sustancia y el accidente.
Deinde, impossibile est formas substantiales elementorum suscipere magis et minus. Omnis enim forma suscipiens magis et minus est diuisibilis per accidens, in quantum scilicet subiectum eam potest participare uel magis uel minus. Secundum autem id quod est diuisibile per se uel per accidens, contingit esse motum continuum, ut patet in VI Phisicorum: est enim loci mutatio et augmentum et decrementum secundum quantitatem et locum que sunt per se diuisibilia; alteratio autem secundum qualitates, que suscipiunt magis et minus, ut calidum et album. Si igitur forme elementorum suscipiunt magis et minus, tam generatio quam corruptio elementorum erit motus continuus: quod est impossibile, nam motus continuus non est nisi in tribus generibus, scilicet in quantitate et qualitate et ubi, ut probatur in V Phisicorum. A su vez es imposible que las formas sustanciales de los elementos admitan el más y el menos. Pues toda forma que recibe un más y un menos es divisible por accidente, a saber, en cuanto el sujeto puede participar más o menos de ella. Ahora bien, en la medida en que algo es divisible -ya sea esencialmente o por accidente- , puede ocurrir que experimente un movimiento continuo, como se muestra en el libro VI de la Physica: pues el cambio de lugar y el aumento y la disminución se producen según la cantidad y el lugar, que son divisibles esencialmente. Mientras que la alteración tiene lugar según las cualidades, que son susceptibles del más y el menos, como lo caliente y lo blanco. En consecuencia, si las formas de los elementos admiten un más y un menos, tanto la generación como la corrupción de los elementos será un movimiento continuo: lo cual es imposible, pues el movimiento continuo no se da sino en tres géneros, a saber: en la cantidad, la cualidad y el lugar, como se prueba en el libro V de la Physica.
Amplius, omnis differentia secundum formam substantialem uariat speciem; quod autem recipit magis et minus, differt quod est magis ab eo quod est minus et quodammodo est ei contrarium, ut magis album et minus album. Si igitur forma ignis suscipiat magis et minus, magis facta uel minus facta speciem uariabit, et non erit eadem forma, sed alia. Et hinc est quod Philosophus dicit in VIII Metaphisice, quod sicut in numeris uariatur species per additionem et subtractionem, ita in substantiis. Además toda diferencia según la forma sustancial hace variar la especie. Ahora bien, en lo que admite un más y un menos, aquello que es más difiere de aquello que es menos y en cierto modo es contrario a él, como lo más blanco y lo menos blanco. Por lo tanto, si la forma del fuego recibe un más y un menos, al llegar a ser más o llegar a ser menos, la especie variará y no será la misma forma sino otra. Y de allí es que el Filósofo dice en el libro VIII de la Metaphysica que así como en los números la especie varía por adición y sustracción, del mismo modo en las sustancias.
Oportet igitur alium modum inuenire, quo et ueritas mixtionis saluetur, et tamen elementa non totaliter corrumpantur, sed aliqualiter in mixto remaneant. En consecuencia, es necesario encontrar otro modo por el cual se salvaguarde la realidad de la combinación y sin embargo los elementos no se corrompan totalmente sino que permanezcan de alguna manera en el mixto.
Considerandum est igitur quod qualitates actiue et passiue elementorum contrarie sunt ad inuicem, et magis et minus recipiunt. Ex contrariis autem qualitatibus que recipiunt magis et minus, constitui potest media qualitas que sapiat utriusque extremi naturam, sicut pallidum inter album et nigrum, et tepidum inter calidum et frigidum. Sic igitur remissis excellentiis qualitatum elementarium, constituitur ex hiis quedam qualitas media que est propria qualitas corporis mixti, differens tamen in diuersis secundum diuersam mixtionis proportionem; et hec quidem qualitas est propria dispositio ad formam corporis mixti, sicut qualitas simplex ad formam corporis simplicis. Sicut igitur extrema inueniuntur in medio quod participat naturam utriusque, sic qualitates simplicium corporum inueniuntur in propria qualitate corporis mixti. Qualitas autem simplicis corporis est quidem aliud a forma substantiali ipsius, agit tamen in uirtute forme substantialis; alioquin calor calefaceret tantum, non autem per eius actionem forma substantialis educeretur in actum, cum nichil agat ultra suam speciem. Sic igitur uirtutes formarum substantialium simplicium corporum in corporibus mixtis saluantur. Por eso debe considerarse que las cualidades activas y pasivas de los elementos son contrarias entre sí, y admiten un más y un menos. Ahora bien, a partir de cualidades contrarias que admiten un más y un menos se puede constituir una cualidad intermedia que comprenda la naturaleza de ambos extremos, como lo pálido entre lo blanco y lo negro, y lo tibio entre lo caliente y lo frío. Por lo tanto, debilitadas de esta manera las excelencias de las cualidades elementales, se constituye a partir de ellas una cierta cualidad intermedia que es la cualidad propia del cuerpo mixto, la cual es diferente, sin embargo, en los diversos mixtos según la diversa proporción de la combinación. Y esta cualidad es ciertamente la disposición propia para la forma del cuerpo mixto, como la cualidad simple lo es para la forma del cuerpo simple. En consecuencia, así como los extremos se encuentran en un medio que participa de la naturaleza de ambos, así las cualidades de los cuerpos simples se encuentran en la cualidad propia del cuerpo mixto. Ahora bien, la cualidad del cuerpo simple es, sin duda, distinta de su forma sustancial, pero obra en virtud de la forma sustancial; de otra manera, el calor sólo calentaría, pero mediante su acción no se educiría en acto la forma sustancial, puesto que nada obra fuera de los límites de su propia especie. Por lo tanto, éste es el modo en que se salvaguardan las virtudes de las formas sustanciales de los cuerpos simples en los cuerpos mixtos.
Sunt igitur forme elementorum in corporibus mixtis, non quidem actu sed uirtute. Et hoc est quod Aristotiles dicit in I De generatione: Non manent igitur -elementa scilicet in mixto- actu ut corpus et album, nec corrumpuntur nec alterum nec ambo: saluatur enim uirtus eorum. Por consiguiente, las formas de los elementos están en los cuerpos mixtos, sin duda no en acto, sino virtualmente. Y esto es lo que dice Aristóteles en el libro I Sobre la generación: “No permanecen, pues, en acto -a saber, los elementos en el mixto-, como el cuerpo y lo blanco, ni se corrompen, ya sea alguno de ellos o ambos: porque se salvaguarda su virtud”.

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