CAPÍTULO I | CAPUT I |
Ten en cuenta que hay cosas que aunque no existen pueden existir y que hay cosas que existen. Lo que puede existir se dice ser en potencia; lo que ya existe se dice ser en acto. Pero hay dos tipos de ser, a saber, el ser esencial de la cosa o sustancial, como ser hombre, y esto es ser sin más; hay otro ser accidental, como que el hombre es blanco, y esto es ser algo. | Nota quod quoddam potest esse licet non sit, quoddam vero est. Illud quod potest esse dicitur esse potentia; illud quod iam est, dicitur esse actu. Sed duplex est esse: scilicet esse essentiale rei, sive substantiale ut hominem esse, et hoc est esse simpliciter. |
Una cosa está en potencia por respecto a ambos tipos de ser: una cosa está en potencia para ser hombre, como el esperma y la sangre menstrual; una cosa está en potencia para ser blanco, como el hombre. Tanto lo que está en potencia respecto del ser sustancial como lo que está en potencia respecto del ser accidental puede decirse materia: así, el esperma, del hombre, y el hombre, de la blancura. Pero hay diferencia en esto, pues la materia que está en potencia respecto del ser sustancial se dice materia de la cual; la que, en cambio, está en potencia respecto del ser accidental se dice materia en la cual. | Est autem aliud esse accidentale, ut hominem esse album, et hoc est esse aliquid. Ad utrumque esse est aliquid in potentia. Aliquid enim est in potentia ut sit homo, ut sperma et sanguis menstruus; aliquid est in potentia ut sit album, ut homo. Tam illud quod est in potentia ad esse substantiale, quam illud quod est in potentia ad esse accidentale, potest dici materia, sicut sperma hominis, et homo albedinis. Sed in hoc differt: quia materia quae est in potentia ad esse substantiale, dicitur materia ex qua; quae autem est in potentia ad esse accidentale, dicitur materia in qua. |
Asimismo, hablando con propiedad, lo que está en potencia respecto del ser accidental se dice sujeto, mientras lo que está en potencia respecto del ser sustancial se dice propiamente materia. Llamando sujeto a lo que está en potencia respecto del ser accidental, se indica que son los accidentes los que están en el sujeto, no que la forma sustancial esté en el sujeto. Según esto, la materia difiere del sujeto en que el sujeto es lo que no recibe el ser de aquello que le sobreviene, sino que tiene por sí mismo el ser completo: así, el hombre no recibe su ser de la blancura; la materia, por el contrario, recibe el ser de aquello que le sobreviene, pues de suyo tiene un ser incompleto. Hablando, pues, sin más, la forma da el ser a la materia, el sujeto en cambio al accidente, si bien a veces se toma el uno por el otro, a saber, la materia por el sujeto y viceversa. |
Item, proprie loquendo, quod est in potentia ad esse accidentale dicitur subiectum, quod vero est in potentia ad esse substantiale, dicitur proprie materia. Quod autem illud quod est in potentia ad esse accidentale dicatur subiectum, signum est quia; dicuntur esse accidentia in subiecto, non autem quod forma substantialis sit in subiecto. Et secundum hoc differt materia a subiecto: quia subiectum est quod non habet esse ex eo quod advenit, sed per se habet esse completum, sicut homo non habet esse ab albedine. Sed materia habet esse ex eo quod ei advenit, quia de se habet esse incompletum. Unde, simpliciter loquendo, forma dat esse materiae, sed subiectum accidenti, licet aliquando unum sumatur pro altero scilicet materia pro subiecto, et e converso.
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Ahora bien, así como todo lo que está en potencia puede decirse materia, así también todo de lo que uno recibe el ser, cualquiera que sea el ser, sustancial o accidental, puede decirse forma: así, el hombre, que es blanco en potencia, se hace actualmente blanco por la blancura, y el esperma, que es hombre en potencia, se hace actualmente hombre por el alma. Y puesto que la forma hace ser en acto, de ahí que la forma se diga que es acto; lo que hace actual al ser sustancial es la forma sustancial y lo que hace actual al ser accidental se dice forma accidental. |
Sicut autem omne quod est in potentia potest dici materia, ita omne a quo aliquid habet esse, quodcumque esse sit sive substantiale, sive accidentale, potest dici forma; sicut homo cum sit potentia albus, fit actu albus, per albedinem et sperma, cum sit potentia homo, fit actu homo per animam. Et quia forma facit esse in actu, ideo forma dicitur esse actus. Quod autem facit actu esse substantiale, est forma substantialis, et quod facit actu esse accidentale, dicitur forma accidentalis.
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Y puesto que la generación es un movimiento hacia la forma, al doble tipo de forma responde un doble tipo de generación: a la forma sustancial responde la generación sin más, a la forma, en cambio, accidental, la generación relativa[1]. Cuando se introduce la forma sustancial, se dice que se produce algo sin más, cuando, en cambio, se introduce la forma accidental no se dice que se produce algo sin más sino que se produce esto: así, cuando el hombre se hace blanco no decimos que se hace o genera el hombre sin más, sino que se hace o se genera blanco. Y a este doble tipo de generación responde un doble tipo de corrupción, a saber, la sin más y la relativa; ahora bien, la generación y la corrupción sin más sólo se dan en el género de la sustancia, mientras que la generación y la corrupción relativas se dan en los otros géneros. |
Et quia generatio est motus ad formam, duplici formae respondet duplex generatio: formae substantiali respondet generatio simpliciter; formae vero accidentali generatio secundum quid. Quando enim introducitur forma substantialis, dicitur aliquid fieri simpliciter. Quando autem introducitur forma accidentalis, non dicitur aliquid fieri simpliciter, sed fieri hoc; sicut quando homo fit albus, non dicimus simpliciter hominem fieri vel generari, sed fieri vel generari album. Et huic duplici generationi respondet duplex corruptio, scilicet simpliciter, et secundum quid. Generatio vero et corruptio simpliciter non sunt nisi in genere substantiae; sed generatio et corruptio secundum quid sunt in aliis generibus.
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Y puesto que la generación es una cierta mutación del no ser o no ente al ser o ente, la corrupción, inversamente, debe ser del ser al no ser, síguese que la generación no se hace desde cualquier no ser, sino desde el no ente que es ente en potencia: así, el ídolo desde el cobre, que es un ídolo en potencia, no en acto. | Et quia generatio est quaedam mutatio de non esse vel ente ad esse vel ens, e converso autem corruptio debet esse de esse ad non esse, non ex quolibet non esse fit generatio, sed ex non ente quod est ens in potentia; sicut idolum ex cupro, ad quod idolum est (cuprum) in potentia, non in actu. |
Así, pues, para que haya generación se requieren tres cosas, a saber, el ente en potencia, que es la materia, y el no ser actual, que es la privación, y aquello que lo hace actual, a saber, la forma. Así, cuando se hace un ídolo del cobre, el cobre, que está en potencia respecto de la forma de ídolo, es la materia; el estar no configurado o no dispuesto se dice privación; la figura por la que se dice ídolo es la forma; pero no sustancial, puesto que el cobre tiene el ser en acto antes de recibir la forma o la figura y su ser no depende de esa figura, sino que es una forma accidental; en efecto, todas las formas artificiales son accidentales, ya que el arte sólo opera sobre lo que ya está constituido por la naturaleza en su ser perfecto. |
Ad hoc ergo quod sit generatio, tria requiruntur: scilicet ens potentia, quod est materia; et non esse actu, quod est privatio; et id per quod fit actu, scilicet forma. Sicut quando ex cupro fit idolum, cuprum quod est potentia ad formam idoli, est materia; hoc autem quod est infiguratum sive indispositum, dicitur privatio; figura autem a qua dicitur idolum, est forma, non autem substantialis quia cuprum ante adventum formae seu figurae habet esse in actu, et eius esse non dependet ab illa figura; sed est forma accidentalis. Omnes enim formae artificiales sunt accidentales. Ars enim non operatur nisi supra id quod iam constitutum est in esse perfecto a natura.
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CAPÍTULO II | CAPUT II |
Los principios de la naturaleza son, pues, tres, a saber, la materia, la forma y la privación. De ellos, uno, la forma, es hacia donde parte la generación, los otros dos caen de donde parte la generación. Por tanto, la materia y la privación son lo mismo en cuanto al sujeto, pero difieren conceptualmente: el cobre es la misma cosa que lo no configurado antes del advenimiento de la forma, pero una es la razón por la que se dice cobre, otra no configurado. Por eso se dice que la privación no es un principio per se sino accidentalmente[2], a saber, porque coincide con la materia; así, decimos que es accidental que «el médico construye»: no lo hace, en efecto, en cuanto que es médico sino en cuanto que es constructor, lo que coincide con el médico en el mismo sujeto. |
Sunt igitur tria principia naturae, scilicet materia, forma et privatio; quorum alterum, scilicet forma, est id ad quod est generatio; alia duo sunt ex parte eius ex quo est generatio. Unde materia et privatio sunt idem subiecto, sed differunt ratione. Illud enim idem quod est aes est infiguratum ante adventum formae; sed ex alia ratione dicitur aes, et ex alia infiguratum. Unde privatio dicitur esse principium non per se, sed per accidens, quia scilicet concidit cum materia; sicut dicimus quod hoc est per accidens: medicus aedificat: non enim ex eo quod medicus, sed ex eo quod aedificator, quod concidit medico in uno subiecto.
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Pero lo accidental es doble, a saber, necesario, que no se separa de la cosa, como risible y hombre, y no necesario, que se separa, como blanco y hombre. Por eso, aunque la privación sea un principio accidental, no se sigue que no sea necesario a la generación. La materia, en efecto, no se despoja de la privación, pues si está bajo una forma está privada de otra y viceversa; así, en el fuego hay privación de aire y en el aire privación de fuego. | Sed duplex est accidens: scilicet necessarium, quod non separatur a re, ut risibile hominis; et non necessarium, quod separatur, ut album ab homine. Unde, licet privatio sit principium per accidens, non sequitur quod non sit necessarium ad generationem, quia materia a privatione non denudatur; inquantum enim est sub una forma, habet privationem alterius, et e converso, sicut in igne est privatio aeris, et in aere privatio ignis. |
Y debe saberse que no decimos que la negación sea un principio porque la generación se efectúe desde el no ser, sino la privación, pues la negación no determina su sujeto: «no ve» puede decirse también de entes que no existen, como «la quimera no ve», y, asimismo, de entes que por naturaleza no tienen vista, como las piedras. Pero la privación sólo se dice de un sujeto determinado, a saber, de aquel al que la tenencia de una cosa es natural: así, la ceguera sólo se dice de los que por naturaleza pueden ver. |
Et sciendum, quod cum generatio sit ex non esse, non dicimus quod negatio sit principium, sed privatio, quia negatio non determinat sibi subiectum. Non videt enim potest dici etiam de non entibus, ut Chimaera non videt; et iterum de entibus quae non nata sunt habere visum, sicut de lapidibus. Sed privatio non dicitur nisi de determinato subiecto, in quo scilicet natus est fieri habitus; sicut caecitas non dicitur nisi de his quae sunt nata videre.
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Y puesto que la generación no se hace desde el no ente sin más sino desde el no ente que está en un sujeto, y no en cualquiera sino en uno determinado -el fuego no se produce desde cualquier no fuego sino desde un no fuego tal del que puede producirse naturalmente la forma del fuego-, de ahí que la privación sea un principio. Pero difiere de los otros en que los otros son principios tanto en el ser como en el in fieri: en efecto, para que el ídolo se haga es necesario que exista el bronce y que por último esté la figura del ídolo, y, asimismo, es necesario que estos dos estén cuando ya está el ídolo. La privación, en cambio, es un principio del in fieri y no del ser, pues mientras el ídolo se hace es necesario que no exista el ídolo: si existiera no se haría, pues lo que se hace no existe, a no ser que se trate de realidades sucesivas[3]. Pero desde el momento en que ya existe el ídolo, no hay privación del ídolo, pues la afirmación y la negación no se dan a la vez, como tampoco la privación y la tenencia. Asimismo, la privación es un principio accidental, como ya se ha expuesto; los otros dos son principios per se. |
Et quia generatio non fit ex non ente simpliciter, sed ex non ente quod est in aliquo subiecto, et non in quolibet, sed in determinato (non enim ex quolibet non igne fit ignis, sed ex tali non igne, circa quod nata sit fieri forma ignis), ideo dicitur quod privatio est principium. Sed in hoc differt ab aliis, quia alia sunt principia et in esse et in fieri. Ad hoc enim quod fiat idolum, oportet quod sit aes, et quod ultima sit figura idoli; et iterum, quando iam idolum est oportet haec duo esse. Sed privatio est principium in fieri et non in esse: quia dum fit idolum, oportet quod non sit idolum. Si enim esset, non fieret, quia quod fit non est, nisi in successivis. Sed ex quo iam idolum est, non est ibi privatio idoli, quia affirmatio et negatio non sunt simul, similiter nec privatio et habitus. Item privatio est principium per accidens, ut supra expositum est, alia duo sunt principia per se.
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De lo dicho queda claro, por tanto, que la materia difiere de la forma y de la privación conceptualmente. En efecto, se entiende por materia aquello en que está la forma y la privación; así, en el cobre la figura y lo no configurado. La materia se menciona a veces con la privación, a veces sin la privación: así, el bronce por ser la materia del ídolo no implica privación, pues cuando digo «bronce» no se entiende no dispuesto o no configurado; pero la harina, que es la materia respecto del pan, implica en sí la privación de la forma del pan, pues cuando digo harina ello significa una falta de disposición o de orden opuesta a la forma del pan. Y puesto que en la generación permanece la materia o el sujeto, no así la privación ni tampoco el compuesto de materia y privación, de ahí que la materia que no implica privación es permanente, la que la implica, transitoria. | Ex dictis igitur patet quod materia differt a forma et a privatione secundum rationem. Materia enim est id in quo intelligitur forma et privatio: sicut in cupro intelligitur figura et infiguratum. Quandoque quidem materia nominatur cum privatione, quandoque sine privatione: sicut aes, cum sit materia idoli, non importat privationem, quia ex hoc quod dico aes, non intelligitur indispositum seu infiguratum, sed farina, cum sit materia respectu panis, importat in se privationem formae panis, quia ex hoc quod dico farinam, significatur indispositio sive inordinatio opposita formae panis. Et quia in generatione materia sive subiectum permanet, privatio vero non, neque compositum ex materia et privatione, ideo materia quae non importat privationem, est permanens: quae autem importat, est transiens. |
Pero debe saberse que hay una materia que está compuesta de forma; así, el bronce es materia respecto del ídolo, pero el mismo bronce está compuesto de materia y forma, y, por eso, al bronce no se le llama materia prima, pues tiene materia. Sólo a la materia que está sin cualquier forma y privación, pero sujeta a la forma y privación, se la llama materia prima, a causa de que antes de ella no hay otra materia; y también se la llama yle[4]. Y puesto que toda definición y todo conocimiento es por la forma, la materia prima no puede conocerse o definirse por sí misma sino por comparación, de modo que se llama materia prima a lo que se comporta por respecto a todas las formas y privaciones como el bronce por respecto al ídolo y a lo no configurado; y a ésta se la llama prima sin más. También se puede llamar a algo materia prima respecto de algún género: así, el agua es materia de los líquidos, pero no prima sin más, pues está compuesta de materia y forma, por lo que tiene una materia anterior. |
Sed sciendum, quod quaedam materia habet compositionem formae: sicut aes, cum sit materia respectu idoli, ipsum tamen aes est compositum ex materia et forma; et ideo aes non dicitur materia prima, quia habet materiam. Ipsa autem materia quae intelligitur sine qualibet forma et privatione, sed subiecta formae et privationi, dicitur materia prima, propter hoc quod ante ipsam non est alia materia. Et hoc etiam dicitur yle. Et quia omnis definitio et omnis cognitio est per formam, ideo materia prima per se non potest cognosci vel definiri sed per comparationem ut dicatur quod illud est materia prima, quod hoc modo se habet ad omnes formas et privationes sicut aes ad idolum et infiguratum. Et haec dicitur simpliciter prima. Potest etiam aliquid dici materia prima respectu alicuius generis, sicut aqua est materia liquabilium. Non tamen est prima simpliciter, quia est composita ex materia et forma, unde habet materiam priorem.
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Y debe saberse que la materia prima, y también la forma, no se genera ni se corrompe, pues toda generación es desde algo hacia algo; de donde parte la generación es la materia, a donde parte es la forma; si, pues, la materia o la forma se generaran, habría materia de la materia y forma de la forma hasta el infinito. Por eso, hablando propiamente, la generación sólo es del compuesto[5]. | Et sciendum quod materia prima, et etiam forma, non generatur neque corrumpitur, quia omnis generatio est ad aliquid ex aliquo. Id autem ex quo est generatio, est materia; id ad quod est forma. Si igitur materia vel forma generaretur, materiae esset materia, et formae forma, in infinitum. Unde generatio non est nisi compositi, proprie loquendo. |
Debe saberse también que la materia prima se dice una numéricamente en todas las cosas. Pero lo uno numéricamente se dice de dos modos, a saber, lo que tiene una única forma determinada numéricamente, como Sócrates: y de este modo la materia prima no se dice una numéricamente, dado que no tiene en sí forma alguna. Se dice también que algo es numéricamente uno porque está sin las disposiciones que hacen diferir en número: y de este modo la materia prima se dice que es una numéricamente, pues se la entiende sin todas aquellas disposiciones de las que procede la diferencia numérica. |
Sciendum est etiam, quod materia prima dicitur una numero in omnibus. Sed unum numero dicitur duobus modis: scilicet quod habet unam formam determinatam in numero, sicut Socrates: et hoc modo materia prima non dicitur unum numero, cum in se non habeat aliquam formam. Dicitur etiam aliquid unum numero, quia est sine dispositionibus quae faciunt differre secundum numerum: et hoc modo dicitur materia prima unum numero, quia intelligitur sine omnibus dispositionibus a quibus est differentia in numero.
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Y debe saberse que, aunque la materia no tenga en su naturaleza ninguna forma o privación, lo mismo que en el concepto de bronce no está lo configurado ni lo no configurado, no obstante, nunca se despoja de la forma o privación: a veces está bajo una forma, a veces bajo otra. Pero nunca puede existir por sí misma, pues al no contener su concepto ninguna forma, no tiene el ser en acto, dado que el ser en acto sólo lo da la forma, sino que existe solamente en potencia; y, por eso, todo lo que existe en acto no puede llamarse materia prima. |
Et sciendum quod licet materia non habeat in sua natura aliquam formam vel privationem, sicut in ratione aeris neque est figuratum neque infiguratum; tamen nunquam denudatur a forma et privatione: quandoque enim est sub una forma, quandoque sub alia. Sed per se nunquam potest esse, quia cum in ratione sua non habeat aliquam formam, non habet esse in actu, cum esse in actu non sit nisi a forma, sed est solum in potentia. Et ideo quicquid est actu, non potest dici materia prima. |
CAPÍTULO III | CAPUT III |
De lo dicho está claro, pues, que los principios de la naturaleza son tres, a saber, materia, forma y privación; pero éstos no son suficientes para la generación. Lo que está en potencia no puede reducirse a sí mismo al acto, como el cobre que es ídolo en potencia no se hace a sí mismo ídolo, sino que necesita un agente que extraiga la forma de ídolo de la potencia al acto. Tampoco la forma se extraería a sí misma de la potencia al acto: y hablo de la forma de lo generado, que dijimos era el término de la generación; la forma, en efecto, está sólo en lo que es en acto, lo que opera, por el contrario, está en lo que está haciéndose, esto es, mientras la cosa se hace. Es necesario, por tanto, que además de la materia y la forma haya otro principio que opere; y a éste se le llama eficiente, o motor, o agente, o de donde toma principio el movimiento. |
Ex dictis igitur patet tria esse naturae principia scilicet materia, forma et privatio. Sed haec non sunt sufficientia ad generationem. Quod enim est in potentia, non potest se reducere ad actum: sicut cuprum quod est potentia idolum, non facit se idolum, sed indiget operante, qui formam idoli extrahat de potentia in actum. Forma etiam non extraheret se de potentia in actum (et loquor de forma generati, quam diximus esse terminum generationis); forma enim non est nisi in facto esse: quod autem operatur est in fieri, idest dum res fit. Oportet ergo praeter materiam et formam esse aliquod principium quod agat, et hoc dicitur esse efficiens, vel movens, vel agens, vel unde est principium motus.
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Y porque, como dice Aristóteles en el libro II de la Metafísica[6], todo lo que obra obra pretendiendo algo, es necesario que haya otro cuarto, a saber, lo que pretende el agente: y a esto se le llama fin[7]. Y debe saberse que todo agente, tanto natural como voluntario, pretende un fin; sin embargo, de esto no se sigue que todo agente conozca el fin o que delibere sobre el fin. Pues conocer el fin es necesario cuando las acciones no están determinadas, sino que pueden cosas opuestas, como es el caso de los agentes voluntarios; y por eso es necesario que conozcan el fin por el que determinan sus acciones. Pero en los agentes naturales las acciones están determinadas, por lo que no es necesario elegir lo que conduce al fin. | Et quia, ut dicit Aristoteles in secundo Metaph., omne quod agit, non agit nisi intendendo aliquid, oportet esse aliud quartum, id scilicet quod intenditur ab operante: et hoc dicitur finis. Et sciendum, quod omne agens tam naturale quam voluntarium intendit finem, non tamen sequitur quod omne agens cognoscat finem, vel deliberet de fine. Cognoscere enim finem est necessarium in his quorum actiones non sunt determinatae, sed se habent ad opposita, sicut se habent agentia voluntaria; et ideo oportet quod cognoscant finem per quem suas actiones determinent. Sed in agentibus naturalibus sunt actiones determinatae: unde non est necessarium eligere ea quae sunt ad finem. |
Y Avicena pone el ejemplo del citarista, que no necesita deliberar sobre cada percusión de las cuerdas, pues en él las percusiones están determinadas: de otra suerte habría una pausa entre las percusiones, lo que sería disonante[8]. Parece más propio que delibere el agente voluntario que no el agente natural: y así es claro, por mayor razón, que es posible que un agente natural pretenda un fin sin deliberación. Y este pretender no es otra cosa que tener una inclinación natural a algo. | Et ponit exemplum Avicenna de citharaedo quem non oportet de qualibet percussione chordarum deliberare, cum percussiones sint determinatae apud ipsum; alioquin esset inter percussiones mora, quod esset absonum. Magis autem videtur de operante voluntarie quod deliberet, quam de agente naturali. Et ita patet per locum a maiori, quod possibile est agens naturale sine deliberatione intendere finem: et hoc intendere nihil aliud erat quam habere naturalem inclinationem ad aliquid. |
De lo dicho está claro, pues, que hay cuatro causas, a saber, material, eficiente, formal y final. Aunque principio y causa se empleen equivalentemente como se dice en el libro V de la Metafísica[9], sin embargo Aristóteles en el libro de la Física[10] pone cuatro causas y tres principios. Toma por causas tanto las extrínsecas como las intrínsecas: la materia y la forma se dicen intrínsecas a la cosa pues son partes constituyentes de la cosa, la eficiente y la final se dicen extrínsecas pues están fuera de la cosa; por principios toma las causas extrínsecas tan sólo. La privación no se menciona entre las causas, pues es un principio accidental, como se ha dicho. Y cuando decimos cuatro causas, entendemos las causas per se a las que se reducen las causas accidentales, pues todo lo que es accidental se reduce a lo que es per se. |
Ex dictis ergo patet, quod sunt quatuor causae: scilicet materialis, efficiens, formalis et finalis. Licet autem principium et causa dicantur convertibiliter, ut dicitur in quinto Metaph., tamen Aristoteles in Lib. Physic., ponit quatuor causas et tria principia. Causas autem accipit tam pro extrinsecis quam pro intrinsecis. Materia et forma dicuntur intrinsecae rei, eo quod sunt partes constituentes rem; efficiens et finalis dicuntur extrinsecae, quia sunt extra rem. Sed principia accipit solum causas intrinsecas. Privatio autem non nominatur inter causas, quia est principium per accidens, ut dictum est. Et cum dicimus quatuor causas, intelligimus de causis per se, ad quas tamen causae per accidens reducuntur, quia omne quod est per accidens, reducitur ad id quod est per se.
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Pero aunque Aristóteles ponga los principios como causas intrínsecas en el libro I de la Física[11], sin embargo, como se dice en el libro XI de la Metafísica[12], el principio se dice propiamente de las causas extrínsecas, el elemento de las causas que son parte de la cosa, esto es, de las causas intrínsecas, la causa se dice de ambos; pero a veces se pone el uno por el otro: pues toda causa puede decirse principio y todo principio causa. Sin embargo, la causa parece añadir algo al principio comúnmente dicho. En efecto, lo que es primero, alcance o no el ser posteriormente, puede decirse principio, como el artesano se dice principio del cuchillo por cuanto el ser del cuchillo procede de su operación. Ahora bien, cuando algo se mueve de la negrura a la blancura, se dice que lo negro es el principio de ese movimiento, y universalmente todo aquello de donde comienza el movimiento se dice principio: pero la negrura no es de donde consigue su ser la blancura. Causa, por el contrario, se llama tan sólo a aquello primero de lo que se sigue el ser de lo posterior: por eso se dice que causa es aquello de cuyo ser se sigue otro. Y, por tanto, aquello primero de donde empieza el movimiento no puede llamarse causa per se, aunque se le llame principio. Y debido a esto la privación se pone entre los principios y no entre las causas, pues privación es aquello de donde comienza la generación. No obstante, se la puede llamar también causa accidental en cuanto coincide con la materia, como se ha expuesto antes. |
Sed licet principia ponat Aristoteles pro causis intrinsecis in primo Physic., tamen, ut dicitur in undecimo Metaph., principium dicitur proprie de causis extrinsecis, elementum de causis quae sunt partes rei, idest de causis intrinsecis, causa dicitur de utrisque. Tamen aliquando unum ponitur pro altero. Omnis enim causa potest dici principium, et omne principium causa. Sed tamen causa videtur addere supra principium communiter dictum, quia id quod est primum, sive consequatur esse posterius sive non, potest dici principium, sicut faber dicitur principium cultelli, ut ex eius operatione est esse cultelli. Sed quando aliquid movetur de nigredine ad albedinem, dicitur quod nigrum est principium illius motus; et universaliter omne id a quo incipit esse motus dicitur principium: tamen nigredo non est id ex quo consequatur esse albedo. Sed causa solum dicitur de illo primo ex quo consequitur esse posterioris: unde dicitur quod causa est ex cuius esse sequitur aliud. Et ideo illud primum a quo incipit esse motus, non potest dici causa per se etsi dicatur principium: et propter hoc privatio ponitur inter principia, et non inter causas, quia privatio est id a quo incipit generatio. Sed potest etiam dici causa per accidens, inquantum concidit materiae, ut supra expositum est.
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El elemento se dice propiamente sólo de las causas que componen una cosa, las cuales son propiamente materiales; y no de cualquier causa material, sino de la que procede la primera composición, igual que los miembros no son elementos del hombre, pues los miembros están también compuestos de otros: pero decimos que la tierra y el agua son elementos, pues éstos no se componen de otros cuerpos, sino que de ellos procede la primera composición de los cuerpos naturales. Por eso Aristóteles en el libro V de la Metafísica dice que «elemento es aquello de que se compone la cosa en primer lugar, y está en ella, y no se divide según la forma»[13]. |
Elementum vero non dicitur proprie nisi de causis ex quibus est compositio rei, quae proprie sunt materiales. Et iterum non de qualibet causa materiali, sed de illa ex qua est prima compositio: sicut nec membra elementa sunt hominis, quia membra etiam sunt composita ex aliis; sed dicimus quod terra et aqua sunt elementa, quia haec non componuntur ex aliis corporibus, sed ex ipsis est prima compositio corporum naturalium. Unde Aristoteles in quinto Metaph. dicit quod elementum est id ex quo componitur res primo, et est in ea, et non dividitur secundum formam.
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La exposición de la primera parte, «de que se compone la cosa en primer lugar», está claro por lo que hemos dicho. La segunda parte, a saber, «y está en ella», se pone para diferenciarlo de la materia que se corrompe del todo por la generación; así, el pan es la materia de la sangre, pero la sangre sólo se genera si se corrompe el pan; por eso, el pan no permanece en la sangre, por lo que el pan no puede decirse elemento de la sangre; es necesario, en efecto, que los elementos permanezcan de alguna manera, pues no se corrompen, como se dice en el libro de La generación[14]. La tercera parte, a saber, «y no se divide según la forma», se pone para diferenciarlo de lo que tiene partes diversas en la forma, esto es, en la especie; así, la mano, cuyas partes son carne y huesos que difieren según la especie; pero el elemento no se divide en partes diversas según la especie; así, el agua, de la que cualquier parte es agua. No es necesario a la esencia del elemento que no se divida según la cantidad, sino que basta si no se divide según la especie; y aun si no se divide, se dice elemento; así, las letras se dicen elementos de las palabras. Está claro, pues, que el principio es en cierto modo más amplio que la causa y la causa más que el elemento: y esto es lo que dice el Comentador en el libro V de la Metafísica[15]. |
Expositio primae particulae, ex quo componitur res primo, patet per ea quae diximus. Secunda particula, scilicet et est in ea, ponitur ad differentiam illius materiae quae ex toto corrumpitur per generationem: sicut panis est materia sanguinis, sed non generatur sanguis nisi corrumpatur panis; unde panis non remanet in sanguine: unde non potest dici panis elementum sanguinis. Sed elementa oportet aliquo modo manere, cum non corrumpantur, ut dicitur in libro de Gener. Tertia particula, scilicet et non dividitur secundum formam, ponitur ad differentiam eorum scilicet quae habent partes diversas in forma, idest in specie, sicut manus, cuius partes sunt caro et ossa, quae differunt secundum speciem. Sed elementum non dividitur in partes diversas secundum speciem, sicut aqua, cuius quaelibet pars est aqua. Non enim oportet ad esse elementi ut non dividatur secundum quantitatem, sed sufficit si non dividatur secundum speciem: et si etiam non dividatur, dicitur elementum, sicut litterae dicuntur elementa dictionum. Patet igitur quod principium quodam modo in plus habet se quam causa; et causa in plus quam elementum. Et hoc est quod dicit Commentator in quinto Metaph.
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CAPÍTULO IV | CAPUT IV |
Así, pues, una vez visto que son cuatro los géneros de causas, debe saberse que no es imposible que una misma cosa tenga muchas causas, como el ídolo cuya causa es el cobre y el artesano, si bien el artesano como eficiente, el cobre como materia. No es imposible que la causa de cosas contrarias sea la misma: así, el piloto es causa de la salvación de la nave y de su hundimiento, pero de esto por ausencia, de aquello por presencia. | Viso igitur quod quatuor sunt causarum genera, sciendum est quod non est impossibile quod idem habeat plures causas: ut idolum cuius causa est cuprum et artifex, sed artifex ut efficiens, cuprum ut materia. Non autem est impossibile ut idem sit causa contrariorum: sicut gubernator est causa salutis navis et submersionis, sed huius per absentiam, illius quidem per praesentiam. |
Debe saberse también que es posible que la causa y lo causado sean lo mismo respecto de lo mismo, pero de manera diversa, como el paseo es causa de la salud como eficiente, pero la salud es causa del paseo como fin, pues el paseo se hace a veces por motivos de salud; y también el cuerpo es la materia del alma, pero el alma es la forma del cuerpo. La eficiente se dice causa respecto del fin, ya que el fin sólo existe en acto por la operación del agente; pero el fin se dice causa de la eficiente, pues sólo se obra pretendiendo un fin. De ahí que la eficiente es causa de lo que es el fin -la salud-, pero no hace al fin ser fin; y así no es causa de la causalidad del fin, esto es, no hace al fin ser final: así, el médico hace que la salud sea en acto, pero no hace que la salud sea el fin. El fin, a su vez, no es causa de lo que es eficiente, sino causa de que la eficiente sea eficiente; la salud, en efecto, no hace al médico ser médico -y digo la salud que resulta de la operación del médico-, sino que hace que el médico sea la eficiente. Por tanto, el fin es causa de la causalidad eficiente por cuanto hace a la eficiente ser eficiente; igualmente hace a la materia ser materia y a la forma ser forma, ya que la materia sólo recibe la forma por el fin y la forma sólo perfecciona a la materia por el fin. Por eso se dice que el fin es la causa de las causas, porque es la causa de la causalidad de todas las causas. |
Sciendum est etiam quod possibile est ut aliquid idem sit causa et causatum respectu eiusdem, sed diversimode: ut deambulatio est causa sanitatis ut efficiens, sed sanitas est causa deambulationis ut finis: deambulatio enim est aliquando propter sanitatem. Et etiam corpus est materia animae, anima vero est forma corporis. Efficiens enim dicitur causa respectu finis, cum finis non sit in actu nisi per operationem agentis: sed finis dicitur causa efficientis, cum non operetur nisi per intentionem finis. Unde efficiens est causa illius quod est finis: ut sit sanitas; non tamen facit finem esse finem, et ita non est causa causalitatis finis, idest non facit finem esse finalem: sicut medicus facit sanitatem esse in actu, non tamen facit quod sanitas sit finis. Finis autem non est causa illius quod est efficiens, sed est causa ut efficiens sit efficiens: sanitas enim non facit medicum esse medicum (et dico sanitatem quae fit operante medico), sed facit ut medicus sit efficiens. Unde finis est causa causalitatis efficientis, quia facit efficiens esse efficiens: similiter facit materiam esse materiam, et formam esse formam, cum materia non suscipiat formam nisi per finem, et forma non perficiat materiam nisi per finem. Unde dicitur quod finis est causa causarum, quia est causa causalitatis in omnibus causis.
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La materia se dice causa de la forma en cuanto que la forma está sólo en la materia; e igualmente, la forma es causa de la materia en cuanto que la materia sólo tiene el ser en acto por la forma: pues la materia y la forma se dicen relativamente la una a la otra, como se dice en el libro II de la Física[16]; se dicen, en efecto, por respecto al compuesto como las partes por respecto al todo y como el simple por respecto al compuesto. |
Materia enim dicitur causa formae, inquantum forma non est nisi in materia; et similiter forma est causa materiae, inquantum materia non habet esse in actu nisi per formam. Materia enim et forma dicuntur relative ad invicem, ut dicitur in secundo physicorum. Dicuntur enim ad compositum sicut partes ad totum, et simplex ad compositum.
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Pero, puesto que toda causa en cuanto causa es naturalmente anterior a lo causado, debe saberse que anterior se dice de dos modos, como dice Aristóteles en el libro XVI de Los animales[17]: en virtud de esta diversidad, una cosa puede decirse anterior y posterior respecto de lo mismo, y causa y causado. Se dice que una cosa es anterior a otra en cuanto a la generación y el tiempo y también en cuanto a la sustancia y el complemento. Puesto que la operación de la naturaleza procede de lo imperfecto a lo perfecto y de lo incompleto a lo completo, lo imperfecto es anterior a lo perfecto según la generación y el tiempo, pero lo perfecto es anterior en el complemento: así, puede decirse que el varón es antes que el niño en la sustancia y complemento, pero el niño es antes que el varón en la generación y tiempo. |
Sed quia omnis causa, inquantum est causa, naturaliter prior est causato, sciendum quod prius dicitur duobus modis, ut dicit Aristoteles in decimosexto de Animal.; per quorum diversitatem potest aliquid dici prius et posterius respectu eiusdem, et causa et causatum. Dicitur enim aliquid prius altero generatione et tempore, et iterum in substantia et complemento. Cum ergo naturae operatio procedat ab imperfecto ad perfectum, et ab incompleto ad completum, imperfectum est prius perfecto, secundum generationem et tempus, sed perfectum est prius in complemento: sicut potest dici quod vir est ante puerum in substantia et complemento, sed puer est ante virum generatione et tempore.
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Pero aunque en las cosas que se generan lo imperfecto es anterior a lo perfecto y la potencia anterior al acto pues observamos en un ser concreto que lo imperfecto es anterior a lo perfecto y que está en potencia antes que en acto, sin embargo, hablando sin más, es necesario que el acto y lo perfecto sea anterior, pues lo que reduce la potencia al acto existe actualmente, y lo que perfecciona lo imperfecto es perfecto. La materia, ciertamente, es anterior a la forma en la generación y tiempo, pues aquello a lo que sobreviene algo es anterior que lo que sobreviene; la forma, sin embargo, es anterior a la materia en perfección, pues la materia sólo tiene el ser completo por la forma. Igualmente, la eficiente es anterior al fin en la generación y tiempo, ya que el movimiento hacia el fin es producido por la eficiente; pero el fin es anterior en sustancia y complemento a la eficiente en cuanto es eficiente, pues la acción de la eficiente sólo se completa por el fin. Así, pues, estas dos causas, a saber, la materia y la eficiente, son anteriores en la vía de la generación, pero la forma y el fin son anteriores en la vía de la perfección. |
Sed licet in rebus generabilibus imperfectum sit prius perfecto, et potentia prior actu, considerando in aliquo eodem quod prius est imperfectum quam perfectum, et in potentia quam in actu, simpliciter tamen loquendo, oportet actum et perfectum prius esse: quia quod reducit potentiam ad actum, actu est, et quod perficit imperfectum, perfectum est. Materia quidem est prior forma generatione et tempore: prius enim est cui advenit, quam quod advenit. Forma vero est prior materia perfectione, quia materia non habet esse completum nisi per formam. Similiter efficiens prior est fine generatione et tempore, cum ab efficiente fiat motus ad finem; sed finis est prior efficiente inquantum est efficiens, in substantia et complemento, cum actio efficientis non compleatur nisi per finem. Igitur istae duae causae, scilicet materia et efficiens, sunt prius per viam generationis; sed forma et finis sunt prius per viam perfectionis.
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Y debe notarse que la necesidad es doble, a saber, necesidad absoluta y necesidad condicional. La necesidad absoluta es la que procede de causas anteriores en la vía de la generación, las cuales son la materia y la eficiente: así, la necesidad de la muerte que proviene de la materia y de la disposición de componentes contrarios: y ésta se dice absoluta, pues no tiene impedimento; también se dice necesidad de la materia. La necesidad condicional, en cambio, procede de causas posteriores en la generación, a saber, de la forma y del fin: así, decimos que es necesario que haya concepción si debe generarse un hombre; y ésta es condicional, pues que esta mujer conciba no es necesario sin más, sino bajo condición: si debe generarse un hombre. Y ésta se dice necesidad del fin[18]. | Et notandum quod duplex est necessitas: scilicet necessitas absoluta et necessitas conditionalis. Necessitas quidem absoluta est quae procedit a causis prioribus in viam generationis, quae sunt materia et efficiens: sicut necessitas mortis quae provenit ex materia et ex dispositione contrariorum componentium; et haec dicitur absoluta quia non habet impedimentum. Haec etiam dicitur necessitas materiae. Necessitas autem conditionalis procedit a causis posterioribus in generatione, scilicet a forma et fine: sicut dicimus quod necessarium est esse conceptionem, si debeat generari homo; et ista est conditionalis, quia hanc mulierem concipere non est necessarium simpliciter, sed sub conditione, si debeat generari homo. Et haec dicitur necessitas finis. |
Y debe saberse que tres de las causas pueden coincidir, a saber, la forma, el fin y la eficiente, como es claro en la generación del fuego: el fuego, en efecto, genera fuego, luego el fuego es causa eficiente en cuanto genera; el fuego es también forma en cuanto hace existir actualmente lo que antes era potencia; y es también fin en cuanto es pretendido por el agente y en cuanto se terminan en él las operaciones del agente mismo. |
Et est sciendum quod tres causae possunt incidere in unum, scilicet forma, finis, et efficiens: sicut patet in generatione ignis. Ignis enim generat ignem, ergo ignis est causa efficiens inquantum generat; et iterum ignis est forma inquantum facit esse actu quod prius erat potentia; et iterum est, finis inquantum est intentum ab agente et inquantum terminantur ad ipsum operationes ipsius agentis.
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Pero el fin es doble, a saber, el fin de la generación y el fin de la cosa generada, como es claro en la generación del cuchillo: la forma, en efecto, del cuchillo es el fin de la generación, pero el cortar, que es la operación del cuchillo, es el fin de lo generado, esto es, del cuchillo. El fin, sin embargo, de la generación se constituye a veces de estas dos causas dichas, a saber, cuando la generación procede de uno de la misma especie: así, el hombre genera un hombre o la oliva una oliva: lo cual no puede entenderse del fin de la cosa generada. |
Sed duplex est finis, scilicet finis generationis, et finis rei generatae: sicut patet in generatione cultelli. Forma enim cultelli est finis generationis; sed incidere, quod est operatio cultelli, est finis ipsius generati, scilicet cultelli. Finis autem generationis concidit ex duabus dictis causis aliquando, scilicet quando fit generatio a simili in specie, sicut homo generat hominem, et oliva olivam: quod non potest intelligi de fine rei generatae.
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Pues debe saberse que el fin coincide numéricamente con la forma porque la forma de lo generado es la misma numéricamente que el fin de la generación. Pero con la eficiente no coincide numéricamente sino en la especie; pues es imposible que el hacedor y lo hecho sean lo mismo numéricamente, pero pueden ser de la misma especie: como cuando el hombre genera al hombre, el hombre que genera y el generado son diversos numéricamente, pero de la misma especie. La materia sin embargo no coincide con las otras, pues la materia, al ser un ente en potencia, pertenece a lo imperfecto; las otras causas, en cambio, al existir actualmente, pertenecen a lo perfecto: ahora bien, lo perfecto y lo imperfecto no coinciden. |
Sciendum autem quod finis incidit cum forma in idem numero, quia illud idem in numero quod est forma generati est finis generationis. Sed cum efficiente non incidit in idem numero, sed in idem specie. Impossibile est enim ut faciens et factum sint idem numero, sed possunt esse idem specie: ut quando homo generat hominem, homo generans et generatus sunt diversa in numero sed idem in specie. Materia autem non concidit cum aliis, quia materia, ex eo quod est ens in potentia, habet rationem imperfecti, sed aliae causae cum sint actu, habent rationem perfecti; perfectum autem et imperfectum non concidunt in idem.
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CAPÍTULO V | CAPUT V |
Así, pues, una vez visto que las causas son cuatro, a saber, eficiente, material, formal y final, debe saberse que cualquiera de estas causas se divide de muchos modos[19]. Hay una causa que se dice anterior, otra posterior: así, decimos que el arte y el médico son causa de la salud, pero el arte es causa anterior y el médico posterior; e igualmente en la causa formal y en las otras causas. Y ten en cuenta que debemos reducir siempre una cuestión a su primera causa; si se pregunta, por ejemplo, «¿Por qué está éste sano?», hay que decir «Porque el médico lo sanó»; y de nuevo «¿Por qué el médico lo sanó?», «Por el arte de sanar que tiene». |
Viso igitur quod sint quatuor causae, scilicet efficiens, materialis, formalis et finalis, sciendum est quod quaelibet istarum causarum dividitur multis modis. Dicitur enim aliquid causa per prius, et aliquid per posterius, sicut dicimus quod ars et medicus sunt causa sanitatis: sed ars est causa per prius, et medicus per posterius; et similiter in causa formali, et in aliis causis. Et nota quod semper debemus reducere quaestionem ad primam causam, ut si quaeratur: quare est iste sanus? Dicendum est: quia medicus sanavit et iterum, quare medicus sanavit propter artem sanandi quam habet.
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Debe saberse que da lo mismo decir causa próxima que causa posterior, y causa remota que causa anterior; por eso, estas dos divisiones de las causas, una anterior, otra posterior, y la de las causas próxima y remota, significan lo mismo. Pero debe observarse que lo que es más universal se dice siempre causa remota, lo que, en cambio, es más particular, causa próxima; así, decimos que la forma próxima del hombre es su definición, a saber, animal racional mortal, pero animal es más remota, y la sustancia es más remota aún. Todas las cosas superiores, en efecto, son formas de las inferiores. E igualmente la materia próxima del ídolo es el cobre, pero la remota es el metal, y más remotamente aún el cuerpo. | Sciendum est quod idem est dictu causa propinqua quod causa posterior, et causa remota quod causa prior. Unde istae duae divisiones causarum: alia per prius, alia per posterius; et causarum alia remota, alia propinqua, idem significant. Hoc autem observandum est, quod semper illud quod universalius est, causa remota dicitur, quod autem specialius, causa propinqua: sicut dicimus quod forma hominis propinqua est sua definitio, scilicet animal rationale mortale, sed animal est magis remota, et iterum substantia remotior est. Omnia enim superiora sunt formae inferiorum. Et similiter materia idoli propinqua est cuprum, sed remota est metallum, et iterum remotius corpus. |
Asimismo, una de las causas es per se, otra accidentalmente. Causa per se se dice la causa como tal de alguna cosa: así, el constructor es causa de la casa y la madera es materia del banco. Causa accidental es la que sobreviene a la causa per se: así, cuando decimos «el gramático construye»; el gramático, en efecto, se dice causa de la construcción accidentalmente, pues no en cuanto gramático sino en cuanto sobreviene al constructor[20]. E igualmente en las otras causas. | Item causarum alia est per se, alia per accidens. Causa per se dicitur causa alicuius rei inquantum huiusmodi, sicut aedificator est causa domus, et lignum materia scamni. Causa per accidens est illa quae accidit causae per se, sicut cum dicimus grammaticus aedificat. Grammaticus enim dicitur causa aedificationis per accidens, non enim inquantum grammaticus, sed inquantum accidit aedificatori. Et similiter est in aliis causis. |
Asimismo alguna de las causas es simple, y alguna compuesta. Causa simple se dice cuando sólo se llama causa a lo que es causa per se, o, también, sólo a lo que lo es accidentalmente: así, si decimos que el constructor es la causa de la casa, e igualmente si decimos que el médico es la causa de la casa. Compuesta se llama cuando ambos se llaman causa, como si decimos «el constructor médico es causa de la casa». Puede llamarse también causa simple, como lo expone Avicena[21], a lo que es causa sin ningún aditamento: así, el cobre del ídolo, pues el ídolo se hace del cobre sin el aditamento de otra materia, y así se dice que el médico produce la salud o que el fuego calienta. La causa es compuesta cuando es necesario que concurran muchas cosas para que sea causa: así, un hombre solo no es causa del movimiento de la nave, sino muchos; y así, una piedra sola no es la materia de la casa, sino muchas. | Item causarum quaedam est simplex, et quaedam composita. Simplex causa dicitur quando solum dicitur causa illud quod per se est causa, vel etiam solum illud quod est per accidens: sicut si dicamus aedificatorem esse causam domus, et similiter si dicamus medicum esse causam domus. Composita autem dicitur quando utrumque dicitur causa, ut si dicamus: aedificator medicus est causa domus. Potest etiam dici causa simplex, secundum quod exponit Avicenna, illud quod sine adiunctione alterius est causa, sicut cuprum idoli, sine adiunctione enim alterius materiae ex cupro fit idolum; et sicut dicitur quod medicus facit sanitatem, vel quod ignis calefacit. Composita autem causa est, quando oportet plura advenire ad hoc quod sit causa: sicut unus homo non est causa motus navis, sed multi; et sicut unus lapis non est materia domus, sed multi. |
Asimismo, alguna causa existe actualmente, alguna en potencia. Causa en acto es la que actualmente causa: así, el constructor cuando construye, o el cobre cuando el ídolo procede de él; causa en potencia es la que, aunque no cause en acto, puede causar, como el constructor mientras no construye. Y debe saberse que, hablando de las causas en acto, es necesario que la causa y lo causado se den simultáneamente, de suerte que si se da la una, también el otro: si, en efecto, el constructor se da en acto, es necesario que construya, y si se da la construcción en acto, es necesario que el constructor se dé en acto. Pero esto no es necesario en las causas que están sólo en potencia. |
Item causarum quaedam est actu, quaedam potentia. Causa in actu est quae actu causat rem, sicut aedificator cum aedificat, vel cuprum cum ex eo est idolum. Causa autem in potentia est quae licet non causet rem in actu, tamen potest causare: ut aedificator, dum non aedificat. Et sciendum quod loquendo de causis in actu, necessarium est causam et causatum simul esse, ita quod si unum sit, et alterum. Si enim est aedificator in actu, oportet quod aedificet; et si sit aedificatio in actu, oportet quod sit aedificator in actu. Sed hoc non est necessarium in causis quae sunt solum in potentia.
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Debe saberse que la causa universal se compara al causado universal, la causa, en cambio, singular se compara con el causado singular: así, decimos que el constructor es la causa de la casa, y este constructor de esta casa. |
Sciendum est autem quod causa universalis comparatur causato universali, causa vero singularis comparatur causato singulari: sicut dicimus quod aedificator est causa domus, et hic aedificator huius domus. |
CAPÍTULO VI | CAPUT VI |
Debe saberse también que hablando de los principios intrínsecos, esto es, la materia y la forma, la conveniencia y diferencia de los principios es según la conveniencia y la diferencia de las cosas constituidas por ellos. Pues algunas son lo mismo numéricamente, como Sócrates y «este hombre» (señalando a Sócrates); algunas son diversas numéricamente y son de la misma especie, como Sócrates y Platón, quienes, aunque convengan en la especie humana, difieren sin embargo numéricamente. Algunas difieren en la especie pero son del mismo género: así, el hombre y el asno convienen en el género animal; algunas son de diverso género pero son lo mismo sólo analógicamente: así, la sustancia y la cantidad, que no convienen en ningún género sino que convienen sólo analógicamente: convienen, en efecto, sólo en que son entes, mas el ente no es un género, pues no se predica unívocamente sino analógicamente[22]. |
Sciendum est etiam quod loquendo de principiis intrinsecis, scilicet materia et forma, secundum convenientiam principiatorum et differentiam est convenientia et differentia principiorum: quaedam enim sunt idem numero, sicut Socrates et hic homo demonstrato Socrate; quaedam sunt diversa numero et sunt idem in specie, ut Socrates et Plato, qui, licet conveniant in specie humana, tamen differunt numero. Quaedam autem differunt specie, sed sunt idem genere, sicut homo et asinus conveniunt in genere animalis; quaedam autem sunt diversa in genere, sed sunt idem solum secundum analogiam, sicut substantia et quantitas, quae non conveniunt in aliquo genere, sed conveniunt solum secundum analogiam: conveniunt enim in eo solum quod est ens. Ens autem non est genus, quia non praedicatur univoce, sed analogice.
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Para entender esto debe saberse que una cosa se predica de muchas de tres maneras: unívoca, equívoca y analógicamente. Se predica unívocamente lo que se predica según el mismo nombre y según el mismo sentido, esto es, según la definición: así, animal se predica del hombre y del asno, pues ambos se dicen animales y ambos son sustancia animada sensible, que es la definición de animal. Se predica equívocamente lo que se predica según el mismo nombre y según un sentido diverso: así, can se dice del que ladra y del celeste[23], que convienen sólo en el nombre pero no en la definición o significación; el nombre significa, en efecto, la definición, como se dice en el libro IV de la Metafísica[24]. Se dice que se predica analógicamente lo que se predica de muchos cuyos sentidos son diversos, pero se atribuyen a uno que es único y el mismo: así, sano se dice del cuerpo del animal y de la orina y de la bebida, pero no significa exactamente lo mismo en todos: de la orina se dice como del signo de salud, del cuerpo como del sujeto, de la bebida como de la causa. Pero todos estos sentidos se atribuyen a un único fin, a saber, la salud. | Ad huius intelligentiam sciendum est, quod tripliciter aliquid praedicatur de pluribus: univoce, aequivoce et analogice. Univoce praedicatur quod praedicatur secundum idem nomen et secundum rationem eamdem, idest definitionem, sicut animal praedicatur de homine et de asino. Utrumque enim dicitur animal, et utrumque est substantia animata sensibilis, quod est definitio animalis. Aequivoce praedicatur, quod praedicatur de aliquibus secundum idem nomen, et secundum diversam rationem: sicut canis dicitur de latrabili et de caelesti, quae conveniunt solum in nomine, et non in definitione sive significatione: id enim quod significatur per nomen, est definitio, sicut dicitur in quarto Metaph. Analogice dicitur praedicari, quod praedicatur de pluribus quorum rationes diversae sunt sed attribuuntur uni alicui eidem: sicut sanum dicitur de corpore animalis et de urina et de potione, sed non ex toto idem significat in omnibus. Dicitur enim de urina ut de signo sanitatis, de corpore ut de subiecto, de potione ut de causa; sed tamen omnes istae rationes attribuuntur uni fini, scilicet sanitati. |
A veces aquellas cosas que convienen por analogía, esto es, por proporción o comparación o conveniencia, se atribuyen a un único fin: así es claro en el ejemplo puesto; a veces a un único agente: así, médico se dice de quien obra por arte y de quien obra sin arte, como una vieja, y también de los instrumentos, pero por atribución a un único agente que es la medicina; a veces por atribución a un único sujeto: así, el ente se dice de la sustancia, de la cualidad y cantidad y de los demás predicamentos: pues la razón por la que la sustancia es ente y la cantidad y los demás no es la misma exactamente, sino que se dice de todos ellos porque se atribuyen a la sustancia, que es el sujeto de los demás. Y, por tanto, ente se dice anteriormente de la sustancia y posteriormente de los demás; y por tanto el ente no es el género de la sustancia y de la cantidad, pues ningún género se predica anterior y posteriormente de sus especies, sino que se predica analógicamente. Y esto es lo que dijimos, que la sustancia y la cantidad difieren en el género pero son lo mismo analógicamente. | Aliquando enim ea quae conveniunt secundum analogiam, id est in proportione vel comparatione vel convenientia, attribuuntur uni fini, sicut patet in praedicto exemplo; aliquando uni agenti, sicut medicus dicitur et de eo qui operatur per artem et de eo qui operatur sine arte, ut vetula, et etiam de instrumentis, sed per attributionem ad unum agens, quod est medicina; aliquando autem per attributionem ad unum subiectum, sicut ens dicitur de substantia, de qualitate et quantitate et aliis praedicamentis. Non enim ex toto est eadem ratio qua substantia est ens, et quantitas, et alia, sed omnia dicuntur ex eo quod attribuuntur substantiae, quod est subiectum aliorum. Et ideo ens dicitur per prius de substantia, et per posterius de aliis. Et ideo ens non est genus substantiae et quantitatis, quia nullum genus praedicatur per prius et posterius de suis speciebus, sed praedicatur analogice. Et hoc est quod diximus quod substantia et quantitas differunt genere, sed sunt idem analogia. |
La materia y la forma de los que son lo mismo numéricamente es la misma numéricamente, como la de Tulio y Cicerón; los que son de la misma especie, diversos numéricamente, su materia y forma tampoco es la misma numéricamente sino en la especie, como la de Sócrates y la de Platón. E igualmente los que son del mismo género, también sus principios son del mismo género, como el alma y el cuerpo del asno y del caballo difieren en la especie, pero son del mismo género. E igualmente los que convienen sólo analógicamente, sus principios son los mismos únicamente por analogía o proporción. Porque la materia y la forma y la privación, o la potencia y el acto, son principios de la sustancia y de los otros géneros; pero la materia de la sustancia y de la cantidad, e igualmente la forma y la privación, difieren en el género pero convienen sólo según la proporción, en cuanto que así como la materia de la sustancia se relaciona con la sustancia por razón de la materia, así la materia de la cantidad se relaciona con la cantidad. Como la sustancia es la causa de los restantes, así los principios de la sustancia son los principios de todos los demás[25]. |
Eorum igitur quae sunt idem numero, forma et materia sunt idem numero, ut Tullii et Ciceronis. Eorum autem quae sunt idem in specie diversa numero, etiam materia et forma non est eadem numero, sed specie, sicut Socratis et Platonis. Et similiter eorum quae sunt idem genere, et principia sunt idem genere: ut anima et corpus asini et equi differunt specie, sed sunt idem genere. Et similiter eorum quae conveniunt secundum analogiam tantum, principia sunt eadem secundum analogiam tantum, sive proportionem. Materia enim et forma et privatio, sive potentia et actus, sunt principia substantiae et aliorum generum. Tamen materia substantiae et quantitatis, et similiter forma et privatio differunt genere, sed conveniunt solum secundum proportionem in hoc quod, sicut se habet materia substantiae ad substantiam in ratione materiae, ita se habet materia quantitatis ad quantitatem. Sicut tamen substantia est causa ceterorum, ita principia substantiae sunt principia omnium aliorum.
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[1]Los términos técnicos de la filosofía escolástica simpliciter y secundum quid los traducimos por «sin más» y «relativamente».
[2]Los términos técnicos per se y per accidens los traducimos por «per se» y por «accidentalmente».
[3]El tiempo y el movimiento, como añaden algunos manuscritos.
[4]Palabra griega que significa materia. La materia prima se define como el sujeto primero de lo que se hace algo per se y no accidentalmente y está en la cosa ya hecha. Se diferencia de la privación en que de ésta se hace algo sólo accidentalmente y no está en la cosa hecha (cf. In Phys. 1 lect. 15 n.139).
[5]Aunque la materia prima ni se genera ni se corrompe, ello no excluye que haya sido creada, anota Santo Tomás (cf. In Phys. 1 lect.15 n.139).
[6] Cap.2 (994b13‑14); lect.4 del comentario de Santo Tomás.
[7] Causa es lo que influye en el ser de lo causado, aquello de lo que se sigue el ser de éste. Según dicho influjo, y para los entes móviles, sólo puede haber cuatro causas. De ellas la formal es a que da el ser en absoluto, mientras las otras tres, material, eficiente y final, influyen en la recepción del per únicamente. De ahí que en los entes inmutables no se contemplan estas tres causas sino la formal sola (In Phys. 2 lect.10 n.240).
[8] Cf. Sufficientia I 14 (fol.22J).
[9] Cap.1 (1013a17).
[10] Lib.II c.11 (198a22).
[11] Cap.3 (189b27‑191a24). Lo comenta Santo Tomás en la lect.1 n.1‑5.
[12] Cap.13 (1070b22‑26).
[13] Cap.4 (1014a26‑27).
[14] Cf. De gener. et corr. I 10 (327b29-31). Santo Tomás tiene un minúsculo escrito, De mixtione elementorum, en el que trata de cómo permanecen los elementos en el mixto. La cuestión era de interés entonces para la medicina, la cual contemplaba la salud como una mezcla equilibrada de los humores, es decir, de las cualidades de los elementos. En realidad el pequeño opúsculo está dedicado al Maestro Felipe de Castro Celi, profesor de medicina en Bolonia y luego en Nápoles. Aunque la dedicatoria no aparece hasta el siglo xtv, revela, no obstante, la conexión del tema con la ciencia médica de la época.
[15] Cf. AVERROES, Metaphy. V 4 (Venecia 1552) fol.50ra49‑54.
[16] Cf. Aristóteles, Phys. II 5 (195a8‑11)
[17] Cf. De gen. anim. II 6 (742a19-22).
[18] En el comentario al texto de Aristóteles define la necesidad absoluta y la condicional por orden a la prioridad o posterioridad de las causas. La necesidad absoluta es la que deriva de las causas material, formal y eficiente, es decir, las dos que constituyen el ser y la que lo produce; la condicional es la que deriva de la causa final, una vez, por tanto, que el ser está ya constituido (In Phys. 2 lect.15 n.270). En el libro V de la Metafísica, comentando los cuatro modos de necesidad de que habla Aristóteles, la necesidad absoluta es la que compete a una cosa por virtud de lo que le es íntimo y próximo, que es la materia y la forma o su propia esencia, mientras la necesidad accidental o relativa depende de causas extrínsecas, a saber, de la causa final y la eficiente (lect.6 n.832‑834). La posición de Avicena de que todos los efectos de la causa eficiente son necesarios y no meramente posibles la expone y discute Santo Tomás en su comentario al libro 6 de la Metafísica de Aristóteles (lect.3), a cuyo propósito trata las cuestiones de la providencia y el fatalismo. El fatalismo en las acciones humanas, esto es, que la voluntad quiere y elige por necesidad, es una de las doctrinas condenadas (proposición 3) en 1270 por el obispo de París Esteban Tempier.
[19] Sobre el número de causas y sus modos de actuar discurren las lecciones 5 y 6 (n. 176-186 y 187‑197) del comentario de Santo Tomás al libro segundo de la Física de Aristóteles. El mismo tema se halla en el comentario al libro 5 de la Metafísica (lect.2) donde cita y sigue a Avicena en lo referente a la causa eficiente (n.766).
[20]«En cuanto al constructor le ocurre que es un gramático», como se lee en otros manuscritos.
[21] Avicena; Physic. II 8 fol.51ra (Venecia 1508, Suffic. I 12 fol.20raB).
[22] Cf. Aristóteles, Met. V 8 (1016b31‑1017a2) y el comentario de Santo Tomás.
[23] Ejemplo tomado de Boecio, De divisione: ML 64,897.
[24] Cf. Aristóteles, Met. IV 16 (1012a22).
[25] Cf. Aristóteles, Met. XII 4 (107118-20) y el comentario de Santo Tomás.
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Hola, en el punto 3, en la sección [Distinción de principios y causas], dice lo siguiente: “[…] por principios toma las causas [extrínsecas] tan sólo.” Me parece que está equivocado el texto, debe ser [intrínsecas].
Hola. ¿De quién es esta traducción? ¿Pertenece a alguna edición editada? Gracias por compartirla.
Me parece excelente la coherencia del artículo y su limpieza. Esto me recuerda lo que hube afirmado por esta experiencia de aprendizaje del simple leer lo escrito: que el aprendizaje de algo desde el lenguaje se vuelve una unidad de experiencia de lo inteligido y lo retenido, por lo que la memoria es actuada para conservar cuando el entendimiento, puede acceder a inteligir simplicidad desde los principios del ser que son disponibles, una vez habituado, al modo de una intuición luminosa que ante un ente, es el ente en unidad o liga del todo que le concierne para nombrarlo de uno, de cualquiera o de todo modo. Es un gozo, el acto específico de todo hombre, ejercido desde el hábito metafísico que nos templa a la oración permanente. Gracias por vuestros empeños. Ricardo Ferrero